En las regiones del Cauca se requiere unos alcaldes honestos, inteligentes y propositivos, que no esté contagiados por la corrupción y la politiquería.
Hay que elegir unos alcaldes envestidos de autoridad moral, con el suficiente talento para disminuir el resentimiento social existente.
En las regiones del Cauca tiene que elegir un alcalde con mucho talento e imaginación para depurar los deseos de venganza y resentimiento de quienes han sido humillados y victimizados.
En las regiones del Cauca debemos votar por un alcalde que no provenga de sectores permeados por la corrupción y las componendas electorales.
No queremos un “vaquerito de potrero” que estigmatice y descalifique, promueva el tráfico de influencias, que predique pero no aplique, que se las “pique” de omnipotente, que use el poder para llenar sus bolsillos con coimas o comisiones de dudosa procedencia, y se apropie del erario.
Debemos entender que para salvar a las regiones del Cauca, su nuevos alcaldes tienen que ser unas personas que logre rescatar la confianza del elector; un gerente social que brinde garantías, e inspire seguridad por su capacidad de servicio y compromiso para rescatar esta ciudad del caos, la inseguridad, el atraso, la degeneración y la pestilencia en que se encuentra postrada por culpa de quien no se quiere ir y sí pretende por desgracia, dizque “pringarnos” con uno de sus lapidarios herederos. Qué descaro por Dios.