Nacional
83 AÑOS SURCANDO LOS CIELOS DE CALI Y POPAYAN

La Escuela Militar de Aviación “Marco Fidel Suarez”, celebra su cumpleaños número 83.
En septiembre de 1932 la margen izquierda del rio Amazonas, fue súbitamente ocupada por tropas del Gobierno del Perú, esta amenaza planteó la urgencia de buscar un espacio donde ubicar una Base Aérea, que pudiera descentralizar el Poder Aéreo, y así, cubrir graves problemas de fronteras desguarnecidas, nada mejor que las planicies tranquilas y seguras del Valle del Cauca.
El Gobierno Nacional encargó al joven Piloto alemán Herbert Boy, para seleccionar un terreno adecuado donde ubicar la nueva Base Aérea, y Santiago de Cali con su ambiente tórrido, con la calidez y generosidad de su gente, cumplía con todas la cualidades necesarias.
El señor Boy, encontró un especial sitio para este fin, una de las mejores haciendas de la región, ubicada a tres kilómetros del área urbana, era una hacienda típica del Valle del Cauca, con verdes prados, altos árboles, olor a yerbabuena y a becerro en los potreros, siempre con leche recién extraída de la ubres, y despensas abarrotadas de frutas y granos, esa era la Hacienda El Guabito, de propiedad del señor Abrahán Domínguez. Cuenta la historia, que cuando el señor Domínguez hizo entrega de su hacienda, trepo en su caballo tordo de gran alzada, en el que solía recorrer los potreros en vigoroso tropel con sus vaqueros, y traspaso la puerta de salida sin mirar hacia atrás. El Guabito era ya una Base Aérea.
Activada en el mes de septiembre de 1933, partió en dos la historia de la aviación. La sociedad caleña la recibió con regocijo, desde el principio se intuyó que Cali, seria el núcleo formativo de la Fuerza Aérea Colombiana y que nacía la primera institución académica de carácter Nacional en la ciudad. La ceremonia de grado del primer curso de pilotaje fue un acontecimiento sin precedentes, que comprometió el entusiasmo de autoridades y clubes sociales, lo mismo que las muchachas más lindas, invitadas a actuar como madrinas del acontecimiento, al cual acudió el presidente Alfonso López Pumarejo, con todo su gabinete ministerial. Por primera vez los cielos vallecaucanos eran surcados por una escuadrilla de aviones.
Durante estos 83 años, la Escuela ha tenido diferentes denominaciones, primero “El Guabito”, luego “Ernesto Samper Mendoza” (como homenaje a este pionero de la Aviación) y finalmente Escuela Militar de Aviación “Marco Fidel Suárez”, ha tenido un crecimiento y una transformación que se ha dado a la par con la desbordada evolución de Cali, quedando de pronto inmerso en el corazón de la ciudad, como testigo y actor principal de su desarrollo, ha compartido alegrías y tristezas, tendida siempre la mano y presta a servir cuando se le requiere, tal como lo hizo en la Gran Explosión de Cali en 1957,
en el terremoto de Popayán y Armenia en 1983 y 1989 respectivamente, en contraste con la alegría que significo la visita del Papa Juan Pablo II en 1986, los juegos Panamericanos en el año 70 y el desarrollo cultural con la creación de la Banda Sinfónica, que ha permitido un acercamiento con la comunidad, amén de sus participaciones en los distintos espacios culturales a nivel nacional.
Sitial de honor brindó el Concejo en reconocimiento a la riqueza que representa la historia de la Institución: declaró seis de sus edificaciones como patrimonio Arquitectónico y Urbanístico de Cali, hecho fundamental para conservar estos escenarios y que recuerda el compromiso y el arraigo dentro de la sociedad caleña.
El vertiginoso crecimiento de la Escuela, le ha hecho merecedor de recibir distintas certificación por parte de ICONTEC y la Acreditación en Alta Calidad en sus procesos Educativos por parte del Gobierno Nacional, siendo la primera Escuela Militar en Latinoamericana en recibir estas distinciones, ha desarrollado diferentes proyectos en su Centro de Investigación Aeronáutica, en comunión con la Manufactura Aeronáutica de la región, sirviendo como eje principal en el desarrollo de esta Industria, para abastecer el creciente mercado de la Aviación
La Escuela Militar de Aviación en su cumpleaños número 83, agradece a toda la comunidad caleña por su generosidad, por su calidez, por haber adoptado a la Escuela y volverla parte integral de la ciudad. Nos sentimos orgullosos de ser parte de esta tierra vallecaucana, exaltando el sueño de esos pioneros de la aviación que han ofrendado sus vidas al servicio de la patria, de la aviación y en general de todo un pueblo que cree y confía en nuestra institución.