Unas diez mil personas coparon el pasado viernes la Plaza de Bolívar en la capital de la República, donde está ubicado el Capitolio Nacional (sede oficial del Senado y la Cámara de Representantes), la Sede de la Nunciatura Apostólica, la catedral Primada de Colombia, el Palacio de Justicia y el Palacio Liévano, que aloja a los altos funcionarios de la alcaldía de Bogotá.
La guerrilla desmovilizada recibió la semana pasada un anticipo de 18 mil millones de pesos, de los 32 mil millones autorizados por el gobierno nacional del presidente Juan Manuel Santos, para financiar la creación de un partido político, que llevará el nombre de Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia (FARC), con la misma sigla con la que identificaron durante medio siglo todos los crímenes atroces que cometieron en el país.
Las redes urbanas de la guerrilla más antigua de América movilizaron delegaciones de diferentes regiones del país, para celebrar el acontecimiento, que les abre las compuertas de la participación en la vida política nacional, como parte de los ‘Acuerdos de Paz’, con un cupo inicial de cinco curules en el Senado de la República y otras cinco curules en la Cámara de Representantes, además de otras dieciséis curules asignadas a las zonas de conflicto, que les darán un amplio margen de maniobra en el trámite de los proyectos de ley y en las grandes decisiones nacionales.
Igualmente, el gobierno nacional le dio la bienvenida a la vida política con la compra de cuarenta (40) camionetas blindadas para la protección y desplazamiento de los jefes de esta organización rebelde, que hacen tránsito a la vida civil y cuarenta (40) emisoras para realizar campañas de penetración en los antiguos territorios nacionales.