Catalina y Francisco, que fueron señalados de intentar encubrir al homicida de Yuliana Samboní, acusación de la que fueron absueltos, se quedaron sin trabajo.
La hermana de Rafael Uribe Noguera, condenado a 60 años de prisión por el crimen de la menor Samboní, dijo en Semana que por “presiones” y por la “estigmatización”, la familia se vio obligada a cerrar la empresa que tenía y, en consecuencia, ella se quedó sin trabajo.
El mismo caso le sucedió a Francisco, abogado de profesión, que tuvo que salir de la prestigiosa firma de juristas Brigard Urrutía, donde llevaba más de 18 años trabajando, lo que para él, aseguró en la revista, fue su “primer golpe”.
Además, al hermano del homicida de la niña Yuliana Samboní le iniciaron un proceso para quitarle su tarjeta profesional de abogado, en el que también fue absuelto, contó él en la entrevista.
Esas situaciones llevaron a Catalina y a Francisco a “reinventarse” para conseguir sus recursos.
Catalina, dijo en el medio, está trabajando en un emprendimiento que “promueve el estilo de vida saludable”, mientras que Francisco decidió seguir ejerciendo como abogado independiente, pues, según él, “a pesar de este golpe, se acercaron muchas personas, clientes antiguos y nuevos, viejas contrapartes en algunos procesos legales, y me solicitaron que trabajara con ellos”.
Pese a que “hay miedos que deja el proceso, que son difíciles de superar”, Catalina asegura que su proyecto “va muy bien”, y que eso le ha servido para volverse una “mujer mucho más consciente, fuerte e independiente”.
Por su parte, Francisco dice que ahora que ya creó su propia oficina ha podido descubrir nuevas facetas de él, pues es “más creativo”, tiene “mayor libertad”, y puede pasar más tiempo con su familia.
“Después de este proceso, hay una frase con la que me levanto todos los días: la misma luz que enceguece al búho, enaltece al águila”, aseveró el abogado
