No aceptó su responsabilidad en el delito de violencia psicológica contra servidor público imputado por la Fiscalía General. La jueza 55 de control de garantías no aceptó la petición de la Fiscalía General para cobijar con medida de aseguramiento al joven Fabián Enrique Vargas, quien le disparó con una pistola de entrenamiento a un grupo de agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) en la marcha del Día del Trabajo el pasado primero de mayo. En su determinación la funcionaria judicial se manifestó que el fiscal del caso no pudo sustentar la necesidad de una medida de aseguramiento domiciliaria para el joven de 26 años. Igualmente se señaló que no existen los presupuestos ni la pertinencia hecho por el cual el procesado continuará en libertad. Sin embargo seguirá vinculado al proceso penal. En la audiencia celebrada este miércoles Vargas no aceptó su responsabilidad en el delito de violencia psicólgica contra servidor públicoimputado por la Fiscalía General. El ente acusador señaló que con su actitud el procesado alteró el orden público en el marco de la manifestación que se adelantó en la Plaza de Bolívar en el centro de Bogotá. En su exposición el delegado del ente investigador señaló que en la tarde del pasado domingo Vargas llegó a la Plaza de Bolívar. En ese momento se presentaban algunos ataques físicos y verbales contra los uniformados que se encontraban en cercanías a la Cátedral Primada de Bogotá. «Quitaron las barreras de contención y los atacaban con piedras». «A uno de los agentes del Esmad, por despitado, le quitaron la bolsa donde cargaba las bombas de gas y aturdimiento. Los manifestantes se las arrojaron en contra de su humanidad», precisó el fiscal al señalar que esto alteró el orden de la manifestación del Primero de Mayo. «Dos ciudadanos les pedían a los agresores que se calmaran y cesaran las agresiones». En medio de la multitud el joven Fabián Ernesto Vargas se puso una gorra negra, unas gafas oscutas y una bufanda que le cubría las tres cuartas partes de su rostro. Acto seguido se ubicó frente a unos manifestantes,sacó de su morral una pistola y le disparó en tres oportunidades a los agentes del Esmad que se protegían con sus escudos de los ataques. «Toma un arma de fuego y no la dirige al cielo, ni a la parte sur occidental. No, se la apunta a los agentes del Esmad y la acciona en tres oportunidades». El ruido ensordecedor hizo que los manifestantes corrieran. «Todos los presentes que estaban en el lugar se alejaron inmediatamente». Acto seguido tomó el arma y la esconde en su bolso mientras se escabulle en el mar de gente. Las cámaras de seguridad registran el hecho sin embargo es imposible identificarlo debido a su ropa. Cinco cuadras después se quita la gora y las gafas, lo que permite que se haga un registro más claro de su rostro. Esa foto fue la base para ofrecer una recompensa de 20 millones de pesos por información que permitiera su captura. En la mañana del pasado martes, al conocer que las autoridades lo estaban buscando se entregó a las autoridades. En la acción entregó la ropa que portaba ese día así como la pistola que accionó, la cual resultó ser de fogueo. Es decir, que no tiene el poder para hacer daño. El joven de 26 años seguirá vinculado al proceso penal. La Fiscalía General está a la espera de un informe de la policía judicial con el fin de determinar qué otros delitos le imputa a Vargas.
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