El intenso invierno exige que las autoridades redoblen esfuerzos para prevenir afectaciones, pero la ciudadanía también debe ser más responsable ante riesgos.
Los últimos días ha llovido con tanta fuerza en la capital Caucana nuestra bella Popayán y resto de municipios del departamento que algunas de sus vías no han dado abasto para drenar el volumen récord de agua que ha caído en cuestión de horas. De repente, estrenamos nuevos sitios donde las piscinas ocasionadas por el agua en las vías, nunca antes habían aparecido.
En algunos casos, los intensos aguaceros se asocian con el paso de formaciones ciclónicas que han incidido sobre las condiciones océano-atmosféricas del pacifico o del atlántico, en un año marcado por una temporada de huracanes especialmente activa.
Sin embargo, en líneas generales el Idean confirma que precipitaciones tan abundantes como las de esta semana obedecen al inicio de la segunda temporada invernal que se extenderá hasta noviembre, según el pronóstico.
Ninguna duda. Bastaba ver cómo vehículos, desde buses de servicio público hasta camionetas pequeñas, quedaban atrapados en tramos debido a las vías que convertidos en piscinas, y hablar de un lugar específico es complejo porque la falta de educación de todos botando a nuestro paso la basura, grande o pequeña, son la gran causa del taponamiento de los ductos del alcantarillado
No hay derecho que las autoridades del municipio, las actuales y las anteriores, porque este no es un problema nuevo, miren para otro lado cuando la ciudadanía la pasa realmente mal por tener que usar vías que dan pena ajena, al estar repletas de huecos y baches.
Mismo malestar, misma indignación, pero al otro lado, puntualmente en los sauces, la vías del sur a un costado del colegio Don Bosco, donde el vergonzoso estado de un tramo de la Circunvalar, rebautizado por #loscorrillosdelparquecaldas como la vía de los abandonados, como lo que es, una trocha espantosa, causa estupor. Ya era un desastre desde hace tiempo, pero ahora las lluvias aceleraron el deterioro de lo que quedaba del asfalto, en el que se encuentran por doquier cráteres cubiertos con agua, escombros y residuos.
Todo un monumento al desgreño administrativo que afecta, principalmente, a los habitantes y comerciantes del sector, que se declaran hartos de exigir soluciones, como también lo están los transportadores de servicio público que desesperados ante tanta negligencia decidieron desviar las rutas de los buses para evitar nuevos daños en los automotores. Ni hablar del gremio de taxistas que con sobrada razón dice: “no, por allá no voy”, mientras que las motos circulan por los andenes.
¿Otra vía sin doliente en la que unos y otros se tiran la pelota? ¿Es o no de Soledad? Al menos, la Alcaldía del municipio anuncia que el puente elevado en la vía del centro comercial campanario, quedarían habilitado la obra, no sé cuándo pero se anunció y el resto de Popayán, o se mira la forma de mejorar un Centro comercial que aún no soluciona las inundaciones que tiene el mismo. ¡A cruzar dedos!
¿Seguirá lloviendo? De eso no cabe duda. ¿Tan fuerte como estos días? Probablemente. En consecuencia, conviene estar preparados para proceder de forma responsable ante eventuales riesgos, sobre todo en las vías pero si se empiezan a ver lanzamientos de futuros candidatos donde se empiezan a endiosar a los que tienen la obligación es de trabajar por las comunidades y no aprovechar los planes de medios para sí mismo olvidando que tiene un jefe y que trabaja para él.
No está de más insistir en que las piscinas que se hacen sean un juego, ni tampoco un depósito de basura. Arrojar residuos a las calles cuando llueve no solo es un acto profundamente incívico, también es un tiro al aire, porque esos desechos obstruyen las rejillas de canalización, provocan taponamientos o represamientos y causan el desbordamiento de arroyos.
De qué sirve las campañas educativas y preventivas que realiza el gerente del acueducto John Diego Parra, entre otras entidades, deben articular de forma más diligente sus labores preventivas, planes de choque e intervenciones. Llegar tarde no es llegar.
Mientras, para ganar tiempo, trabajen en el diseño de las soluciones definitivas a problemáticas relacionadas con el invierno que nos amarran a tiempos pasados. Asumamos nuestras responsabilidades, individuales y colectivas, para que dejemos de una vez por todas de endilgar nuestras culpas a los otros. Y exijamos a los cargos públicos máxima eficacia y menos protagonismo porque están allí porque la gente creyó en ellos, no es solo hacer gestión es que se vean reflejadas en el municipio blanco de Colombia nuestra amada Popayán.
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