La visita de los reyes de España, Felipe VI y la reina Letizia, junto con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a las zonas más afectadas por las devastadoras inundaciones en Valencia, se tornó caótica cuando la comitiva fue recibida con protestas e insultos por parte de la población local. Decenas de residentes indignados lanzaron barro y objetos, mientras gritaban «¡asesinos!» y «¡fuera, fuera!», manifestando su frustración y enojo por la gestión de la crisis provocada por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos).
El recibimiento hostil se dio en el municipio de Paiporta, donde una mujer, visiblemente afectada, increpó a la reina a corta distancia, exclamando: «¡Llevamos seis días sin dormir!». En medio de la tensión, Felipe VI intentó dialogar con los presentes, pero las protestas se intensificaron al punto de que él y la reina debieron retirarse, escoltados por guardaespaldas, mientras Sánchez y Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana, fueron evacuados por seguridad.
El trágico balance de la DANA, que ya es considerado por Pedro Sánchez como «el mayor desastre natural en la historia reciente de España», ha dejado hasta el momento 217 muertos, con la mayoría de las víctimas en Valencia. Las riadas arrasaron viviendas, destruyeron infraestructuras y dejaron a cientos de personas buscando respuestas y apoyo.
Además de las críticas a la lentitud en la respuesta del Gobierno y la ayuda a los damnificados, la Policía Nacional informó la detención de al menos 100 personas por saqueos desde que comenzó la emergencia. La región, que sigue en alerta naranja por más lluvias, se enfrenta a nuevos desafíos mientras miles de voluntarios han ofrecido su ayuda para limpiar y recuperar las áreas afectadas. Sin embargo, ante la previsión de nuevas precipitaciones, las autoridades han limitado la entrada de ayuda voluntaria para proteger la seguridad de los involucrados.