La Milkería, una heladería con más de una década de trayectoria en Bucaramanga, ha desarrollado este innovador producto que combina la crocancia y el sabor salado de este icónico insecto con el dulzor del chocolate santandereano.
Luis Alfredo Torres, fundador de La Milkería, compartió en una entrevista radial detalles sobre la elaboración de este singular postre y el impacto que ha tenido en el público. “Estamos orgullosos del producto que hemos creado y muy contentos con el boom que ha tenido, ya que nos hace volver a nuestras raíces y nos conecta con generaciones anteriores”, afirmó.
Las hormigas culonas, consideradas un manjar exótico en Santander, se recolectan manualmente en temporada de lluvias, se limpian y se tuestan con sal o especias. En la preparación del helado, La Milkería utiliza una técnica de infusión, dejando las hormigas en leche durante 48 horas para extraer su sabor característico sin que resulte invasivo para el paladar.
El reto, según Torres, fue encontrar el equilibrio entre el sabor salado de la hormiga y la dulzura del chocolate. Para ello, recurrieron al cacao de San Vicente de Chucurí, logrando una fusión que evoca la tradición gastronómica de la región. “Lo que buscamos es darle a Santander y a la hormiga el lugar que se merece en la gastronomía nacional”, explicó.
Dado el alto costo de las hormigas culonas y su disponibilidad limitada, el helado será de temporada y se producirá en ediciones especiales. “Saldremos con lotes pequeños en los momentos de cosecha, para garantizar frescura y exclusividad”, detalló Torres.
Esta iniciativa cobra relevancia en un contexto en el que el portal Taste Atlas incluyó recientemente a las hormigas culonas en su lista de los «cien peores platos del mundo», ubicándolas en la posición 90. Sin embargo, La Milkería apuesta por reivindicar su valor culinario a través de propuestas innovadoras que combinan tradición y creatividad.