Pues bien, este tipo de almacenes que son usados por las grandes marcas para salir de sus inventarios y renovar sus vitrinas, toman cada día mayor relevancia entre la gente que busca la economía y que quiere buenas prendas a mejores precios.
Aunque alguna vez existió la idea de que los outlets eran almacenes de ropa usada, esa creencia hoy en día está totalmente desvirtuada. Los outlets son en realidad almacenes abiertos por las grandes cadenas para comercializar sus productos de colecciones anteriores y saldos, razón por la cual encontrará ropa de la misma calidad de sus líneas favoritas, y con unos magníficos precios que en algunos casos llegan a ser hasta el 70% menos que lo que llegaron a acostar las prendas uno o dos meses antes.
Si está buscando algo más cerca del lugar donde vive, también hay pequeños outlets ubicados en toda la ciudad; podrá encontrar en Chapinero, Suba, Santa Fe, Tunjuelito, Antonio Nariño, Teusaquillo, Usaquén, entre otras localidades, outlets de ropa, calzado, accesorios, juguetes, maletines, discos, prendas deportivas, productos para el hogar y todo lo que necesite dependiendo de sus intereses particulares y su presupuesto.
Sebastián Restrepo, director de estudios económicos de la consultora de mercados Raddar explica que “los outlets, que clasifican entre los diferentes tipos de centros comerciales, han sufrido un decrecimiento en 2010 comparado con cifras de 2009, año en que la gente con racionalidad de crisis los visitaba con mayor frecuencia. Sin embargo, el crecimiento que estos espacios comerciales vivieron en el 2013 se ha mantenido y se espera una mayor oferta de estos para 2017.
Esta categoría tiene mucho camino por recorrer”. Comprar en outlet es una muy buena opción: podrá ahorrar dinero sin tener que sacrificar sus gustos y la calidad que le da la marca. Nadie tiene que saber que la prenda que usa resultó de una ganga de 70%, solo usted y su bolsillo.
Opción que nació en EE.UU.
Los outlets fueron desarrollados en Colombia a partir del año 2000. Son un modelo de negocio originado en Estados Unidos y surgió por la necesidad de que los grandes inventarios no se desperdiciaran y así evitar pérdidas en la producción. La estrategia fue sencilla: ubicar grandes bodegas en las afueras de la ciudad donde la gente podía dirigirse para comprar las colecciones que salían de las vitrinas por nuevas modas y que como ganchos ofrecían descuentos. El modelo despegó en Colombia, pero aun le falta llegar a ciudades intermedias con mayor fuerza.