¿Por qué el paro destruye la infraestructura que les sirve a los pobres, los deja sin alimentos, los manda a las calles a enfrentar el contagio y destruye más empleo que la pandemia?
Primero: Porque se desestima el origen de la protesta. Siempre habrá inconformidades, pero esa no es la causa, como no lo era la tributaria, ni la salud.
Todo comenzó con Santos, su traición a los electores y su negociación con unos bandidos extorsionistas, narcoterroristas que no representaban al país, pero lograron cambiarlo a su amaño, con la complicidad de quien despreció la voluntad popular y dejó 200.000 hectáreas de coca.
Ese narcotráfico paga la violencia en Cali , aunque suene duro toca el Cauca y el suroccidente, por donde la droga sale al Pacífico; y en el oriente, por donde sale a Venezuela; y en las capitales, donde las bandas de microtráfico se alquilan para destruir y atacar policías, mientras la izquierda los califica de “jovencitos”.
Segundo: Porque los líderes del paro no nos representan. ¿Quién los eligió?, ¿cómo se atreven a “prohibirle” al gobierno decretar la conmoción interior, en un país que la sufre, o a exigirle retirar la Policía para dejarles las ciudades a los vándalos? ¿Cómo es posible que representantes del gobierno legitimen “corredores de vida y paz” en los que vándalos que ayer saqueaban, hoy deciden quién pasa y quién no?
El gobierno está frente a la contraparte equivocada, cuyo expediente de negociación es la amenaza extorsiva de Petro y su combo, de “mantener al pueblo en las calles”, mientras se niegan a condenar el vandalismo y los bloqueos.
Tercero: Porque falta autoridad, desde los alcaldes, responsables del orden público con todas sus consecuencias, como lo ha sostenido la Procuraduría, aunque la CIDH la ate de manos, con el argumento de que la elección popular los hace inimputables.
¡No! Prevarican los que incumplen su deber asustados por la turba, como el de Tuluá, que dejó incendiar el Palacio de Justicia por los herederos de quienes lo hicieron en 1985 en Bogotá; y prevarican los que tienen su corazón con el paro, como el de Cali, que le abrió a la minga las puertas de la ciudad, o la de Bogotá, que invita a “sus muchachos” a marchar “pacíficamente”, como si bloquear calles con música en el día fuera “bloqueo bueno”; mientras en la noche, “la primera línea” siembra el caos con apoyo del senador Bolívar el cual siempre ha sido el escudero servil de Gustavo Petro .
Cuarto: Porque la izquierda hizo su tarea de desinformar dentro y fuera del país, con la complicidad de instituciones sesgadas, como la CIDH, ansiosa de venir a validar su comunicado, ácido con el gobierno y tibio con quienes destruyen a Colombia.
Y como no hay “quinto MALO”, así estamos porque de nada sirve que “los buenos seamos más”, si no hacemos nada. El país necesita que el JEFE DE ESTADO restituya el principio de autoridad y el orden público, que es su obligación constitucional.
Para no llegar tan lejos hasta cuando seguiremos comiendo la que sabemos , tan solo diciendo que el gobierno tiene la culpa de lo que sucede , donde si analizamos bien las cosas , debemos a empezar a sumar y sobre todo restar de aquellos sueldos que poseen muchos que salen a marchar y que bloqueando o no la economía siguen devengando, el día que realmente como colombiano trabajador y emprendedor le exijamos que los daños que se causan sean descontados de lo que se les entregas a los que convocan , les garantizo que valorarían más las cosas , ustedes se imaginan como la guardia indígena donde les dijera que cada daño que ocasiones en las regiones y en la economía de las empresas por no permitir la locomoción para producir las perdidas ocasionadas por los bloqueos , o a los maestros que se le descontaría de sus sueldos dichas perdidas , le garantizo que ningún rector saldría como payaso de circo a bailar , eso deberíamos exigir aquellos que hoy pierden sus trabajos , aquellos que sus sueños se ven acabados por los bloqueo , Dios bendiga a esta patria bloqueada por la terquedad de unos extremos que realmente se olvidan que una guerra civil no es la solución a un conflicto ocasionada, por no lograr una votación en el pasado permitiéndolos llegar a la presidencia .
Entendamos que el gobernador que tenemos es por nuestras culpa al permitir que esos tamales les bloqueara la cabeza a más de uno o esos gobernantes , que ahora crean cuanta empresas, dejando atrás los verdaderos socios de sus municipios, que aportarían todo para que no se vayan de nuestra región los dineros, ya ven cuanto recibirían cada concejal por apoyar dichas sinvergunezuras, es lo que desgraciadamente los Corrillos del Parque Caldas han resaltado, hasta la gente habla de carros de alta gama , apartamentos y casas que miembros de entes descentralizado pavonean en todos lados, los prestamos legalizan lo que después pagan sus dadivas eso es lo que debemos acabar YA!! , o traer personajes que administran desde afuera las empresas, solo beneficiando las propias con contratos de administración, es crudo pero no debemos ser moralistas donde lo que debemos eliminar de raíz en nuestro departamento es eso y no empecinarnos en demostrar que los odios son raciales porque hasta en la mejores familias existen aquellos que por sus propios intereses son más ricos que sus hermanos de sangre o de raza.
Me pregunto, ¿qué más necesita el pueblo para despertar? Ahora que veía el cartel del niño. Ya nos hicieron de todo, ¿qué más hace falta que nos hagan para que defendamos nuestra dignidad? ¿O es que también nos la quitaron o más bien dicho nosotros la vendimos o la arrojamos por la borda? Los asaltos de los vándalos no son violencia común, es la forma en que opera para instalar el miedo en la ciudadanía, de la misma forma los asesinatos que existieron en el pasado que aun termina , esa secuencia, la estrategia, todo es acción del brazo criminal del gobierno para atemorizar al pueblo y no dejarlo pensar y mucho menos actuar. Poco se habla de los feminicidios que ahora se dividen en buenos y malos porque lo que le hiceron a la patrullera ni si quiera la incluyeron en las estadísticas por el hecho de ser policía . Pocos ven más allá , en los linderos, allá por municipios, a los niños muriendo de hambruna. ¿No nos duele, no nos enfurece, no nos golpea nuestra condición humana? Como para andar pidiéndole a la gente que piense su voto. No se debe votar, hay que ir a las urnas cambiando eso.
Tengamos la capacidad de ser un pueblo recalcitrante en sus luchas por lo que es justo, no bajemos la guardia, cambiemos de estrategia, insistamos, es válido cansarse lo que no es aceptable es renunciar, bajar la cabeza y conformarse. No por nosotros, por ellos, por los niños que vienen en camino.
Me dicen que le exijo demasiado a Popayán, a nuestro Cauca, que es por demás porque ya está muerta, que no gaste mis energías en ella, que salga y que vea para otro lado y que haga de cuenta que el Cauca donde nací como empresa no existe que solo así me evitaré dolores de cabeza, que busque otros horizontes…, a veces quisiera, cuando me enfado y cuando veo las injusticias del pueblo contra el pueblo, cuando veo tanto racismo y tanta pretensión y pocas agallas.
Sé que no soy la única y sé que muchos de los que están dentro de Popayán y nuestro departamento caucano quisieran salir y perderse y que nadie los encuentre, de tan decepcionados que están. Pero si se han decepcionado es señal que sienten, que piensan, que actúan, ojala entendamos que la única forma que nos vean como el territorio para grandes inversiones inicia cuando empecemos a invertir en nosotros mismos, Dios nos bendiga y que no olvidemos que Popayán es de todos al igual que cada rincón del Cauca