Uno de los comportamientos del populismo es convencer con el arte del engaño, en el cual el candidato o elegido lanza una falsa promesa atractiva, creíble e inmediata, que sea de rápida difusión social por redes con el fin de ganar adeptos, pero que no tiene lógica económica, esta es normalmente acogida por incautos en épocas de crisis, penetrando las esferas sociales, apelando a los sentimientos e instintos más primarios del ciudadano, sobre todo aquellos que esperan supuestamente se les reconozca por el Estado su dignidad, equidad y desigualdad con el mínimo esfuerzo.
Estos ilusionados útiles trasmiten por todos sus medios de comunicación las promesas inalcanzables del populista; es un método que lleva inmerso quebrar instituciones pues reparten fondos públicos y privados con obras imposibles y regalos en subsidios ocasionando desastres económicos difíciles de recuperar por un País. Con el paso del tiempo la promesa es incumplida, allí nuevamente el populista sale descaradamente con el discurso de odio a echar culpas a sus enemigos del pasado creados por él y el incauto ciudadano nuevamente cae en la trampa justificando sus razones, perdonándolo y trasmitiendo de igual manera sus disculpas también con odio contra las supuestas personas o instituciones que no lo dejaron o que según él le impidieron cumplir con su promesa, la mayoría de las excusas que utilizan son: que fue por culpa de los anteriores, que fue la banca, los ricos, los politiquero, etc.El populismo amenaza nuestras débiles democracias e instituciones y las mentiras, el odio y el miedo, serán las principales estrategias en la próxima contienda presidencial y seguirá en la territorial, como ya ocurrió en las del Congreso, al que llegaron innumerables populistas montados en el discurso del odio viralizados en redes gritando que todos son politiqueros, bandidos y corruptos.
Al votante del común lo invitamos para que los identifiquemos a tiempo, si aún lo tenemos, tanto los populistas de derecha como de izquierda y aquellos que tratan de nadar en las dos aguas, pues todos ellos al ser elegidos y enquistarse en el poder terminaran convirtiéndose en lo mismo: politiqueros, bandidos y corruptos, pero con un ingrediente peor, pues se llevaran también por los cachos la estabilidad económica del País.
En nuestra región ya fuimos víctimas de esta plaga populista, cuando el suspendido exalcalde Rodolfo Hernández, famoso por ser el autor intelectual del sonado caso VITALOGIC, con sus ínfulas de exitoso constructor fabricó con sus asesores con el fin de llegar a la alcaldía de Bucaramanga, una promesas falsa de regalo de casas, como olvidar las 20 mil viviendas y 20 mil empleos, plasmados en 40 mil mentirosas “carta cheques” con numeración consecutiva y hasta una página web donde el incauto votante debida inscribirse, la promesa estaba escrita en un simulado papel notarial firmado por él, su fin era engañar personas humildes para ganar la elección.
Posteriormente el mismo Rodolfo reconoció que su negocio inmobiliario y su fortuna, la hizo con clientes de escasos recursos económicos por medio de hipotecas, ordeñándolos como vacas lecheras; así como ordeñó a Bucaramanga que después de su paso como alcalde quedo fundida en la ruina, miseria y desolación, como él mismo decía que la tenían los politiqueros.
Ahora sale el complemento de esta falsa promesa populista, nunca nos imaginamos que las 20 mil casas en el aire de Rodolfo Hernández, les pasaría por el frente el tren elevado eléctrico de Petro que prometió construirá desde Buenaventura hasta Barranquilla, promesas falsas, económicamente imposibles de cumplir en cuatro años, armadas por populistas en campaña que lo único que buscan es al final repartir los recursos de los fondos públicos y privados prometiéndole estos recursos a aquellos incautos que creen en estas falsas promesas ilusionados en cobrar pensiones que nunca trabajaron, los cuales son subsidios disfrazados.