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Con probar nada se pierde Alberto de La Torre Ibáñez, nacido en Palmira, Valle del Cauca dice que el el tratamiento con dióxido de cloro sirve para combatir el Cov 19

Han transcurrido 16 meses desde que se decretó la pandemia en Colombia y se ordenó la cuarentena obligatoria. Desde sus inicios se habló del dióxido de cloro como el mejor viricida para atacar el coronavirus, pero las farmacéuticas mundiales lo satanizaron.
Con la práctica que tiene como médico e ingeniero químico y productor de medicamentos, una vez se inició el fenómeno de la pandemia, el ingeniero De la Torre empezó a desarrollar un medicamento viricida contra el coronavirus a base de dióxido de cloro que es un producto que maneja desde que salió a la luz en 1990, pero que las farmacéuticas, los grandes laboratorios del mundo y los emporios económicos no han dejado masificar porque acabaría con la producción de miles de fármacos y con enfermedades que hoy en día se tratan, pero no se curan.
Vacunas que no son vacunas
“Estos son productos que lo desarrollaron por la situación de miedo que produjeron en la gente. Porque las medidas de confinamiento lo que produjeron fue terror en las personas y, obviamente, por la presión económica del confinamiento la gente desesperada buscaba resolver el problema como sea. Entonces las farmacéuticas desarrollaron unos productos de los cuales no se saben los componentes porque no han sido liberados”, señala el profesional.
Con probar nada se pierde
Al preguntársele sobre si no teme por su vida al referirse a los emporios económicos farmacéuticos como obstáculos para curar enfermedades y sanar del todo a las personas o que sea catalogado como charlatán, Alberto de La Torre Ibáñez responde que “en las conferencias me dedicado a divulgar lo que yo descubrí, lo que yo experimento en mi propio cuerpo y lo que han experimentado algunas personas que se han atrevido a ser parte (de la investigación) y que se han curado con este medicamento, dióxido de cloro, y que los han manejado, de alguna forma, no solamente en ellos sino en sus familias. Sobre que me digan charlatán, pues yo tengo mi sustento científico, mis estudios universitarios, mi formación profesional, mis especializaciones y mi trabajo en varias farmacéuticas. Yo les digo, a todas las personas, que con comprobar nada se pierde, pero sí se pueden salvar muchas vidas”.