Observando las diarias reacciones de algunas personas que emiten sus conceptos sobre las notas y comentarios que a diario se publican en las redes sociales, es como encontramos diversidad de criterios, impresos o emitidos según la formación, inteligencia, cultura y personalidad de cada uno; pero llegándose a extremos.
Mejor dicho; y quiénes son. Sencillo; son esos, que expresándose de acuerdo a su estéril cosecha intelectual, apelan a los sucios recursos de la diatriba y por los que las personas cultas deben optar por repelerlos, de una, y “castrar” sus tenebrosos contagios.
Nada más saludable que este procedimiento que nos inmuniza de sufrir los rigores de oír o leer las vulgaridades e insultos, de esos engendros del “sicariato moral” en las redes sociales, en número no superior a los cuatro o cinco especímenes de estas apestosas prácticas, contra Congresistas, Gobernadores, Diputados, Concejales, Candidatos y Clase Política en general.
Es cuestión de respeto, dignidad, cultura y justicia social. Todo lo demás es permitir que cualquier, “perico de los palotes”, atente contra el orden, la democracia, la constitución y las leyes, por lo que mejor será empezar a apretarles las clavijas a todos estos “petustes”.