En un encuentro emocionante hasta el final, jugado en Rostov pero también en San Petersburgo donde Argentina y Nigeria se peleaban también la clasificación, Croacia venció por 2-1 a Islandia, ganó el Grupo D y eliminó a su rival del Mundial Rusia 2018.
Los islandeses vendieron muy cara su partida. Pese a ser superados en principio por los croatas, al saber del 1-0 argentino adelantaron sus líneas. Y en los últimos 10 del primer tiempo tuvieron cuatro clarísimas opciones de anotar. Una definición fallida de Alfred Finnbogasson y la figura salvadora de Lovre Kalinic resguardaron el cero.
Los de Zlatko Dalic tomaron ventaja gracias a un derechazo de Milan Badelj en el minuto 53. Islandia fue al frente: Ingason hizo explotar el travesaño de un cabezazo, Bjarnason erró una ocasión increíble.
Salida con orgullo
Llegó el penal de Sigurdsson y la hinchada vikinga enloqueció. Sobre el final, el 2-1 de Argentina los ponía a solo un gol del pase, pero Iván Perisic a los 90, de contra, hizo añicos la ilusión y jugadores e hinchas terminaron frente a frente gritando un «Uh» de orgullo.
Irreverentes en su debut mundialista, pusieron contra las cuerdas a Argentina, en el primer partido con el empate y el último donde estuvieron a un gol de devolver a la banda de Sampaoli a casa.
Islandia puede estar orgullosa de su actuación ante Croacia. A pesar de jugar con un equipo más débil que el habitual, estaba lleno de talento, como lo demostró su gol.
Cuando un equipo hace tantos cambios, nueve en este caso como hizo Croacia, no sabes cómo puedes responder defensivamente. E Islandia tuvo sus opciones a pesar de que Croacia comenzó muy bien el partido, manejando el balón.
Dinamarca 0 Francia 0
Jugaron a no hacerse daño
El primer empate sin goles de la Copa Mundial permitió a Dinamarca alcanzar los octavos de final, junto con su rival de esta fecha, Francia, que acabó primera del Grupo C.
Entre ambas selecciones presentaban hasta 10 cambios con respecto a las alineaciones titulares. Y se percibió cierta falta de cohesión en el juego de ambas. Christian Eriksen fue quien más cerca estuvo de marcar para el cuadro danés, con una ocasión en cada mitad.
La primera oportunidad la desbarataron entre Steve Mandanda, el francés más veterano en debutar en una Copa Mundial (33 años), y Lucas Hernández. Tras el descanso, el dorsal 10 rozó el gol tras una buena jugada colectiva.
Faltó inspiración
Francia, por su parte, no estuvo nada inspirada, ni siquiera con la presencia en el ataque del talismán Antoine Griezmann. Kylian Mbappé ingresó en la cancha en el último tramo del partido, pero tampoco él fue capaz de romper el empate.
El seleccionador danés había pedido más cabeza y consistencia en la distribución del balón antes del choque. Francia acabó primera de grupo, tal y como se esperaba, pero seguro que su afición quería algo más en este partido. Tal vez no más espectáculo ni más goles, pero sí más intensidad.