El pronunciamiento del señor Presidente de Colombia, Iván Duque Márquez, durante la posesión del nuevo Ministro de la Defensa Nacional, Diego Molano Aponte, constituye una orden a las Fuerzas Militares y de Policía, para perseguir a las bandas criminales de las FARC y del ELN, que delinquen en la zona de frontera con Venezuela, hasta su liquidación total. Lo hizo precisamente en la Villa del Rosario de Cúcuta, donde hace doscientos años se promulgó la primera Constitución Política de la Gran Colombia, que debía regir en los territorios que pertenecieron al Imperio de la Corona Española durante más de tres siglos.
Coincide la declaratoria de guerra contra la subversión y el terrorismo en la república de Colombia con el pronunciamiento del nuevo Presidente de los Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, que le notificó la semana pasada a la dictadura de Nicolás Maduro Moros en Venezuela, su rechazo y desprecio a todo tipo de relaciones diplomáticas, mientras no se realicen unas elecciones libres, con un nuevo organismo electoral, que contribuya a recuperar las democracia para el vecino país, azotado por todas las formas criminales de corrupción, atribuidas a la pandilla de bandidos que se tomó hace varios años el Palacio de Miraflores en Caracas.
Desde Washington, capital oficial de los Estados Unidos, el presidente Joe Biden le advirtió a Nicolás Maduro Moros y a sus compinches que están agotadas las vías diplomáticas para una negociación política y cerradas las puertas del diálogo bilateral, reafirmando su respaldo al gobierno interino de Juan Gerardo Guaidó Márquez y a los integrantes de la antigua Asamblea de Diputados, que representa la legitimidad y a quien le correspondería convocar a elecciones libres.
Coinciden las declaraciones del presidente de Colombia, Iván Duque Márquez, pronunciadas en la Villa del Rosario de Cúcuta, con la posición firme y resuelta del nuevo gobierno de los Estados Unidos, en cabeza del presidente Joe Biden, con una agenda común para enfrentar a las cuadrillas del narcotráfico y de las disidencias de las FARC que se han tomado a Venezuela, con la aquiescencia de los títeres de la dictadura chavista, para enfrentarlas, combatirlas y liquidarlas con posibles acciones militares de alto espectro en esta región del continente americano donde se ubica una de las áreas de tensión mundial.
El nuevo Ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano Aponte es una persona muy cercana al presidente Iván Duque Márquez, con quien ha trabajado estos dos largos años en el cargo de Secretario General de la Casa de Nariño, sede oficial del gobierno nacional. Representantes de las nuevas generaciones han empezado a ocupar de manera gradual y desde el año pasado los altos cargos de la nación, los ministerios y viceministerios, la Dirección Nacional de Planeación, la Dirección de Impuestos Nacionales, las superintendencias y gerencias de institutos descentralizados, dándole importancia a la juventud colombiana, que representa un relevo generacional en la dirección de los destinos nacionales.
La ofensiva militar que se espera contra los grupos armados ilegales contaría con el apoyo de los Estados Unidos, donde empezaron a reclamar la deportación de cuatro jefes guerrilleros del ELN que han sido acusados ante Cortes Federales como responsables del envío de cargamentos de cocaína a los Estados Unidos, que está considerado como un delito transnacional. Es la primera vez que la justicia norteamericana le solicita a Colombia la extradición de los jefes guerrilleros que sean capturados dentro de la nueva ofensiva militar que emprenden las fuerzas militares y de policía a raíz de las órdenes impartidas por el señor Presidente Iván Duque.