El gobierno mesiánico de Gustavo Petro Urrego ha buscado adornar el proyecto de ‘Ley de Financiamiento’, para hacerlo atractivo ante el pueblo y despertar el interés de los congresistas con algunos alivios tributarios, que engrasarían la propuesta de nuevos impuestos a la industria petrolera, iniciativa gubernamental que tiene enormes efectos en la economía nacional, en los costos de los combustibles y en los programas energéticos.
Esta nueva reforma tributaria, que beneficiaría a los transportadores de carga, comporta un alivio tributario muy fuerte para los dueños de tractocamiones, que al comenzar el año bloquearon las vías nacionales y le demostraron al gobierno nacional, que ellos tienen la capacidad para doblegar la voluntad del gobierno y paralizar a la nación, en circunstancias como las que se presentaron con el ‘Paro Camionero del 2024’.
En los debates de la ‘Ley de Financiamiento’ han surgido ideas y fórmulas para reducir en un cincuenta por ciento (50%) el valor de las multas y los intereses que deben pagar los propietarios de los vehículos automotores (–llámense tractomulas –), que recorren las carreteras troncales del país moviendo las mercancías que entran al país por los puertos de Barranquilla, Santa Marta y Cartagena y por la zona franca de Buenaventura.
Si bien, el proyecto de ley reduce el valor de las multas y de los intereses por deudas adquiridas en la actividad transportadora, un reclamo atendido por el gobierno nacional a través del Ministerio del Transporte, también es cierto que a partir del próximo mes de enero se recortarán algunos de los subsidios con los cuales el actual gobierno nacional ha buscado tener una mayor popularidad.
Labor inteligente la de algunos congresistas del Senado de la República y la Cámara de Representantes que le colgaron algunos ‘micos’ a la iniciativa gubernamental. Era el momento de hacerlo, como contraprestación del presidente de la República a los transportadores de Colombia que se encuentran en expectativa frente a la posibilidad de los reajustes graduales del precio de los combustibles para el año entrante. Estamos ad portas de un tercer año de gobierno del actual presidente de la república, que busca abrir puertas y ofrecer incentivos para darle cabida a esta segunda reforma tributaria.
Está amarrada la aprobación del proyecto de Ley de Financiamiento, aprovechando las sesiones extraordinarias del Congreso de la República, que se prolongarían hasta el 20 de diciembre, depende de las circunstancias y de las buenas relaciones de las mayorías parlamentarias, dispuestas a abrirle fuentes de financiación al gobierno nacional, para recaudar algo mas de dieciocho billones de pesos, que es la meta trazada por el grupo económico de la administración central.