Ya se encuentra en territorio Colombiano el primer grupo de ciudadanos recientemente deportados por Estados Unidos, un asunto que generó horas de disputa entre Bogotá y Washington que amenazaron con medidas propias de una guerra comercial.
El presidente Gustavo Petro, divulgó este martes 28 de enero dos fotografías tomadas dentro de los aviones de la Fuerza Aérea Colombiana que transportan al país a un primer grupo de 110 colombianos deportados, en las que se les ve sin esposas, como ha defendido el mandatario, que reclamó a Washington un «tratamiento digno» para ellos.
«Vienen nuestros connacionales desde EE. UU. libres, dignos, sin estar esposados«, manifestó el presidente en un mensaje publicado en su cuenta de X dos días después de una crisis con Estados Unidos por haberse negado a aceptar dos vuelos con los colombianos expulsados.
El post está acompañado de dos fotografías en las que se ve a los migrantes deportados, algunos de ellos con mascarillas, escuchando a uno de los funcionarios colombianos que les acompaña en el viaje.
«Estructuramos plan de crédito productivo, asociativo y barato para el migrante. El migrante no es un delincuente, es una persona humana libre«, agregó Gustavo Petro.
Los dos aviones dispuestos por el Gobierno de Petro para traer de regreso a su país a los ciudadanos deportados partieron el lunes desde Bogotá con destino a San Diego (California) y a Houston (Texas).
¿Retirará EE. UU. las medidas contra Colombia por la disputa en torno a las deportaciones?
No solo el Gobierno colombiano, sino miles de colombianos se encuentran a la espera de que Washington retire las órdenes que dispuso, las cuales amenazaron con afectar fuertemente la economía colombiana y dejaron a decenas de ciudadanos con las citas canceladas para la expedición de distintos tipos de visas hacia Estados Unidos.
Washington-que también señaló que revocaría las visas para los funcionarios del Gobierno colombiano, sus familiares inmediatos, miembros del partido oficialista Colombia Humana y sus simpatizantes- señaló el lunes 27 de enero que mantendría las restricciones a los visados hasta que se concretara el primer vuelo de repatriados.
El “impasse”, como lo describió el embajador colombiano en la capital estadounidense, Daniel García-Peña, fue “superado”, remarcó Bogotá, a última hora del domingo 26 de enero.
El presidente Gustavo Petro evitó un desastre económico a último minuto después de que diplomáticos de su gobierno y de Estados Unidos alcanzaran un acuerdo sobre los vuelos de deportación. La disputa llevó a ambos países a amenazar con aranceles.
Inicialmente, Trump anunció la imposición de un arancel del 25% a todos los productos colombianos, que se elevaría al 50% en una semana, así como sanciones de emergencia de tesorería, bancarias y financieras y restricciones de visas a funcionarios y ciudadanos colombianos por igual. Petro respondió que también impondría aranceles a los productos estadounidenses del 50%.
El presidente Gustavo Petro había manifestado una fuerte oposición al uso de aviones militares estadounidenses para deportar a colombianos, al señalar que los ciudadanos están siendo tratados como criminales, por lo que aseguró y se negó a permitir que los aviones aterrizaran en suelo colombiano.
La decisión fue fuertemente reprochada por Washington. El secretario de Estado, Marco Rubio, remarcó que Petro ya había autorizado el traslado y arribo de los aviones estadounidenses a Bogotá.
Bogotá y Washington llegaron a un acuerdo después de tensas negociaciones, según fuentes diplomáticas, mientras los funcionarios estadounidenses han celebrado el pacto como una victoria y han señalado que Trump usó a Colombia como un ejemplo del poder de la primera potencia. Por su parte, los funcionarios colombianos han indicado que el acuerdo es una victoria para ambas partes.