Las mafias del contrabando quisieron comprar la Dirección Nacional de Impuestos y Aduanas Nacionales, para lo cual buscaron a varios senadores que llevaron hojas de vida para los nombramientos en la dirección de los puertos marítimos de Buenaventura, Tumaco, Cartagena, Santa Marta y Barranquilla, donde todos los empleados tienen su precio. Según la versión conocida esta semana, llegaron a ofrecer hasta diez millones de dólares por el nombramiento del funcionario encargado de las Aduanas del país.
La Aduana Nacional ha sido siempre una ‘Cueva de Rolando’ y aunque las últimas administraciones del gobierno nacional han intentado crear requisitos y controles para vigilar el tránsito de las mercancías que entran y salen del país, es evidente que los altos cargos en los terminales marítimos, están sometidos a los intereses de los congresistas y de los contrabandistas.
No es extraño que durante la campaña electoral del presidente Gustavo Petro varios contrabandistas entregaron sumas millonarias para financiar la segunda vuelta de las elecciones, por temor a la simpatía que despertaba el candidato santandereano Rodolfo Hernández Suárez (q.e.p.d.), que había creado la ‘Liga de Profesionales Anticorrupción’ y que podía derrotar al exguerrillero del Movimiento Diecinueve de Abril.
Los diecinueve senadores elegidos por el denominado ‘Pacto Histórico’, conformado por los partidos políticos de la ‘Colombia Humana’ y del ‘Partido Verde’, formaron parte de una lista cerrada donde se financiaban todos ellos con la tesorería de la campaña presidencial, que ejercía el actual presidente de la Empresa Colombiana de Petróleos, el ingeniero Ricardo Roa, que habría alterado las cifras y los informes de contabilidad de la campaña electoral.
Las millonarias sumas de dinero recaudadas entre los grupos guerrilleros y narcotraficantes que tenían la ilusión de conseguir el beneficio de la AMNISTIA y el INDULTO dentro de la figura de ‘La Paz total’, permitió que lavaran sus inmensas fortunas, provenientes del narcotráfico y del contrabando, para comprar curules en el Congreso de la República. De no haber existido esta diabólica estrategia, el ‘Pacto Histórico’ no habría tenido el éxito que alcanzaron con la compra de votos por una lista cerrada de senadores que ahora tienen que responder por el origen de las finanzas electorales.
La renuncia irrevocable de seis ministros, entre ellos el titular de la ‘Defensa Nacional’, Iván Velásquez Gómez, que se quejó por la falta de coordinación institucional para enfrentar a las guerrillas de las disidencias de las FARC, que son narcotraficantes y para recuperar la región del Catatumbo, que está en guerra con el autodenominado ‘Ejército de Liberación Nacional’ (ELN), con grave deterioro de la seguridad nacional, donde han asesinado numerosos líderes sociales, ha dejado un vacío muy grande en el manejo de la seguridad nacional.
Agravado el conflicto interno de Colombia con el derroche de las finanzas públicas en los viajes de las comitivas oficiales hacia diferentes lugares del mundo, donde se ha tenido la ocurrencia de ofrecerle al gobierno de los ‘Emiratos Árabes’, que le compre a Colombia gran parte de la deuda externa, que está por encima de los doscientos mil millones de dólares, una cifra impagable para una democracia raquítica que está en cuidados intensivos.