Luego de dos días en cautiverio, los 28 policías y un militar que habían sido secuestrados en el Cañón del Micay, en el departamento del Cauca, fueron liberados este sábado.
Los uniformados se encontraban retenidos en un centro de reuniones comunitario en la localidad rural de La Hacienda, en el Cañón del Micay del departamento del Cauca.
Habitantes de la comunidad, que habían instalado un cerco con una cuerda en este sitio, una suerte de corral, pidieron a los agentes recoger su equipamiento antimotines para retirarse.
Minutos después, los uniformados comenzaron a salir del poblado por un camino de tierra, cargando en sacos su indumentaria, formados en una fila y escoltados por los habitantes, algunos de ellos con sus rostros cubiertos.
Se dirigían hacia el poblado aledaño de El Plateado, donde les esperaba una comisión de la Defensoría del Pueblo, entidad que posteriormente exigió “el respeto integral del DIH para evitar que la situación en El Plateado se siga deteriorando”.
La operación también fue dirigida por el Ministerio del Interior, la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA y la Misión de la ONU en Colombia.
En el camino, el mayor Nilson Bedoya, el único militar del grupo, aseguró con voz agitada no poder dejar de pensar en los suyos. “En mi familia, en mi esposa, mi hijo, que me están esperando en casa”, señaló con su equipo al hombro.
Actualmente, los soldados están bajo la protección de la misión humanitaria y la Fuerza Pública, según informó el Ministerio de Defensa cerca de las 4:00 de la tarde del sábado.
Más temprano, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, advirtió en entrevista con W Radio que los efectivos serían liberados “por la sensatez” o por “la fuerza legítima del Estado”.
El jefe de cartera también había indicado que los uniformados estaban “caminando hacia la libertad”. “En el momento que estén donde deben estar; al lado de su fuerza pública y sus familias, podremos decir que están libres de ese secuestro que cometieron aquellos engañados por un discurso absurdo de unos criminales”, dijo Sánchez en horas de la tarde de este sábado.

Sánchez y otras autoridades del gobierno de Gustavo Petro también se reunieron el sábado con pobladores de la zona en la capital del departamento, Popayán, para escuchar a las comunidades.
Allí el ejército lanzó en octubre de 2024 la incursión militar “Perseo” para retomar el control de la región. El gobierno de Petro propone un ambicioso programa de sustitución de cultivos para golpear a la economía del narcotráfico, una estrategia que los pobladores de la zona han denunciado como una campaña de “erradicación forzada” de cultivos de coca.