En el Quijote, el ingenioso hidalgo luchaba contra molinos de viento creyendo que eran monstruos. Aunque aquel delirio quedó inmortalizado en la literatura, hoy en Colombia enfrentamos una situación que no es ficción: un presidente que, como un Quijote contemporáneo, desafía a un coloso real, los Estados Unidos, con consecuencias graves para nuestra economía y nuestra sociedad.
Un presidente no puede ser delirante ni quijotesco. La realidad de #Colombia exige responsabilidad, sensatez y seriedad, especialmente en el manejo de nuestras relaciones internacionales. Estados Unidos es, sin lugar a dudas, nuestro principal socio comercial, representando una cuarta parte de nuestras exportaciones y siendo un aliado clave en temas como la inversión, la cooperación en seguridad y la lucha contra el narcotráfico.
Los problemas de nuestro país son profundos y estructurales, y no se solucionan con confrontaciones vacías ni discursos altisonantes. Por el contrario, requieren liderazgo sereno, capaz de tender puentes y fortalecer los lazos que nos permitan enfrentar desafíos comunes. Presidente Petro: es hora de actuar como mandatario de los colombianos. El país necesita un jefe de Estado que anteponga el interés nacional, no uno que, como un Quijote, se pierda en luchas personales que solo agravan nuestras dificultades.