Uno de los artefactos fue hallado por las autoridades en el sector de Park Way. En uno de los sitios se encontró un mensaje contra el presidente Juan Manuel Santos y el senador Álvaro Uribe.
Hace apenas una semana, Bogotá se estremeció por la detonación de tres petardos de bajo poder en diferentes sedes de EPS de la ciudad. Este miércoles, nuevamente se encienden las alarmas en la capital por cuenta del hallazgo de paquetes cargados con explosivos, esta vez ubicados en contra de entidades bancarias.
Un primer artefacto fue advertido por las autoridades en la Calle 80 con Carrera 78, justo frente a una sede del Banco de Bogotá, donde fue encontrada, entre otros, una botella con cables y una cartulina negra, simulando ser un dispositivo explosivo. Los objetos fueron hallados con un mensaje que decía “Movimiento revolucionario del pueblo ni Santos ni Uribe”.
Ante la alerta, la zona fue acordonada por la Policía. Miembros del CTI y antiexplosivos en efecto hallaron un artefacto de bajo poder que fuedetonado de forma controlada. Entretanto, en el sector del Park Way, en el noroccidente de Bogotá, fue detonado de manera controlada un paquete explosivo dirigido, al parecer, contra el Bancolombia de la calle 39 con carrera 24, muy cerca delConcejo de Bogotá. El artefacto fue hallado por un empleado bancario que de forma matutina visita las entidades financieras. Por fortuna, lasdetonaciones no dejaron personas heridas, aunque sí mínimas afectaciones. De acuerdo con el coronel William Sánchez, subcomandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, los explosivos presentaban características similares y ahora se analizarán cámaras de seguridad en las zonas afectadas para determinar la forma en la que fueron instalados los artefactos.
“En el Park Way lo que se encuentra es una caja de apariencia extraña. De inmediato, se activan los protocolos de seguridad, se acordona la zona y acuden al sitio miembros de antiexplosivos, quienes activan una contra carga”, manifestó el uniformado.
En los últimos meses, Bogotá ha sido foco de atentados y explosiones que han dado para múltiples interpretaciones. El pasado martes, organismos de emergencia atendieron la detonación de tres explosivos de bajo poder dirigidos contra Entidades Prestadoras de Salud (EPS). Un primer hecho se registró en el tercer piso de una sede de Salud Total ubicada en la Calle 100 con carrera 49C, donde fue detonado un artefacto de bajo poder que, por fortuna, no dejó personas heridas. Otras dos explosiones, contra sedes de Cafesalud, fueron reportadas en los sectores de Puente Aranda y Restrepo, una de ellas en la calle 18 sur con carrera 24, donde fueron detonados explosivos que dejaron daños estructurales mínimos.
El mensaje contra el presidente Juan Manuel Santos y el senador Álvaro Uribe se asemeja a un panfleto –acompañado de una bandera de color amarilla con azul y una estrella en el centro– hallada en una de las sedes de Cafesalud, en el norte de Bogotá, víctima de explosivos de bajo poder.“Ni Santos ni Uribe son opción para el pueblo. La paz de los ricos no es la paz del pueblo”, rezaba el mensaje. Hace cerca de cuatro meses, en abril, dos petardos estallaron al norte y occidente de la ciudad, en inmediaciones a sedes de EPS. Uno de los artefactos se activó en la calle 109 con carrera 21, en el sector dePasadena, donde funciona una sede de la EPS Cafesalud. La otra explosión se registró en la calle avenida Ciudad de Cali con calle 52A, en la localidad de Engativá, al costado de la Superintendencia de Salud.
Aunque por fortuna las detonaciones no dejaron heridos, sí daños materiales y bastante especulación. Técnicos de la Policía establecieron que los dos artefactos eran similares, de bajo poder y cargados con unos 500 gramos de explosivos cada uno Previo a ello, el último ataque contra una entidad de salud se presentó el 8 de diciembre de 2015, cuando explotó un petardo contra la antigua sede de Saludcoop. En esa oportunidad resultó herido un vigilante y en el sitio encontraron panfletos alusivos a la prestación del servicio, que decían “Con la salud no se juega”.
Otra explosión ocurrió a principios de marzo, cuando detonaron una carga al paso de un bus de la Armada, en el sector de Guaymaral. Ese fue el campanazo de alerta para la administración de Enrique Peñalosa en lo que a actos terroristas se refiere. Y puso sobre la mesa, una vez más, la discusión sobre la vulnerabilidad de Bogotá ante estos hechos.
El 2 de julio de 2015 fueron atacadas dos sedes del fondo de pensiones Porvenir. Ese fue el cenit de una seguidilla de ocho acciones con explosivos que se contaron desde febrero de ese año, sumadas a seis que se registraron en 2014.