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Ejército de Liberación Nacional’ (ELN), creado en el departamento de Santander (Colombia) por estudiantes universitarios Tiene su Ultima Oportunidad por la paz

Desde hace más de medio siglo, el autodenominado ‘Ejército de Liberación Nacional’ (ELN), creado en el departamento de Santander (Colombia) por estudiantes universitarios, inspirados en la Revolución Cubana y patrocinados por sacerdotes del denominado ‘Grupo de Golconda’ que lideraba Camilo Torres Restrepo, director del periódico ‘El Catolicismo’, se lanzaron a la aventura de conseguir la ‘Autonomía Universitaria’ como bandera de lucha por las reivindicaciones sociales de los estudiantes de la UIS y del emblemático Colegio Santander de Bucaramanga.
Su principal ideólogo fue el líder estudiantil Jaime Arenas Reyes, que lideraba la Federación Universitaria Nacional –FUN–, promotor de grandes movilizaciones hacia Bogotá para conseguir del gobierno de la época la democratización de las universidades públicas, que eran apéndices del gobierno nacional y de los gobiernos seccionales. Aparentemente existía una justificación en los reclamos de la gran masa estudiantil que se estaba formando en la Universidad Industrial de Santander, en la Universidad de Antioquia y en la Universidad Nacional de Colombia.
Hacia el mes de enero de 1965 se crearon los comandos guerrilleros del ELN, que encabezaron la toma del municipio de Simacota, una apacible población ubicada en la Provincia Comunera de El Socorro, donde residía una familia campesina muy influyente, con una líder estudiantil denominada ‘La Mona Mariela’ quien, junto con Nicolás Rodríguez Bautista, alias ‘Gabino’ son ya personas ancianas que han podido sobrevivir a la vorágine del conflicto armado en Colombia.
Los objetivos políticos iniciales de la Federación Universitaria Nacional para conseguir la democratización de los centros de enseñanza superior se cumplieron en la década de los años setenta, cuando siendo presidente de Colombia Misael Pastrana Borrero, designó al joven estudiante de derecho de la Universidad Javeriana, Luis Carlos Galán Sarmiento, como ministro de educación. El ELN había creado comandos estudiantiles y redes urbanas en diferentes ciudades del país, manteniendo, además, como aliados políticos en los concejos municipales de Bucaramanga, Barrancabermeja y Sabana de Torres a dirigentes del partido comunista y del sindicato petrolero, además de la Federación Santandereana de Trabajadores FESTRA.
En más de medio siglo, el monstruo de las guerrillas del ELN, creado en el departamento de Santander, se fue extendiendo a todo el país, como consecuencia de errores tácticos de diferentes gobiernos nacionales, que solamente vieron en la política de represión militar y en los consejos de guerra que existieron para aquella época, una política de ‘apaciguamiento’. El denominado ‘Movimiento Revolucionario Liberal’ (MRL), fundado y dirigido por Alfonso López Michelsen tuvo en su momento el apoyo electoral de estas organizaciones rebeldes.
Durante el gobierno del expresidente Virgilio Barco Vargas (1986 – 1990) se creó en la Cámara de Representantes una ‘Comisión de Paz’ para buscar una solución política civilizada a la guerra de guerrillas, que se había multiplicado por todo el territorio nacional, entre las que se contaban las FARC, el ELN, el Grupo Quintín Lame y otros movimientos armados, que en su mayoría eran financiados por la extorsión y el secuestro. Ese grupo de parlamentarios lideró los ‘diálogos de Caracas’ en la Universidad de los Andes de Venezuela, con el apoyo del expresidente de ese país, Carlos Andrés Pérez. El presidente colombiano Virgilio Barco nunca quiso entender que el ELN era una agrupación política alzada en armas y solamente creía que un proceso de paz debía hacer con las guerrillas de las FARC, que eran numerosas y que tenían como máximo comandante de Manuel Marulanda Vélez.
Medio siglo ha pasado y han existido tres generaciones de guerrilleros del ELN que han sacrificado sus vidas en la aventura de la guerra. Es la sexta vez que en Colombia se intenta revivir un proceso de paz, que hubiera sido menos costoso en vidas humanas, si desde la época del expresidente Belisario Betancur cuartas, que gobernó a Colombia entre 1982 y 1986, se hubiera entendido que un selecto grupo de intelectuales, conducidos a los Consejos de Guerra y condenados a penas de prisión, lo que querían era ser escuchados en los escenarios democráticos de la nación. Se hubiera evitado el rio de sangre que ha corrido por todo el territorio nacional.