Aficionados, futbolistas y periodistas elogian el Mundial de 2018. Rusia y su gente reciben alabanzas desde todos los rincones del planeta. Los voluntarios han contribuido a cambiar los prejuicios sobre el país
Fueron apenas tres frases, 22 palabras y 92 caracteres, pero Gary Neville dio en el clavo con este tuit: “Este torneo es el mejor que nunca he visto. Este país ha aprovechado la ocasión. Vengan y disfruten si pueden”, trinó.
Son grandes elogios, sí, pero aún más destacable fue quién lo dijo: un célebre inglés que se enfundó 85 veces la camiseta de su selección. El país donde más escepticismo había en la antesala de la Copa Mundial de Rusia 2018 era en Inglaterra.
Frases como «no es como esperaba» o «lo estoy pasando en grande» son muy habituales estos días entre aficionados, futbolistas, seleccionadores y periodistas.
Hinchas de todos los países y culturas han sentido que, tanto la población rusa como los voluntarios del torneo —siempre dispuestos a echarles una mano—, los recibían con los brazos abiertos.
En el seno de muchas selecciones también se comenta que el nivel general ha sido inmejorable. «Aquí todo es de máxima calidad», declaró Carlos Queiroz, preparador de Irán.
«Creo que eso es lo que de verdad importa en una Copa Mundial: el espíritu de este deporte, contar con unas instalaciones fantásticas y un ambiente formidable. Y, para nosotros, todo ha estado perfecto. Todo el mundo ha sido muy amable, y he de felicitar al pueblo ruso por su maravillosa Copa Mundial».
«Todo es impresionante», comentó también Roberto Martínez, seleccionador de Bélgica. «He participado directamente en las dos últimas ediciones de la Copa Mundial, viendo cada día la logística y el modo en el que funciona la organización, y debo decir que este Mundial es, con diferencia, el mejor en el que he estado».
Sorpresas que deja el Mundial y ejemplos a seguir
Futbolistas japoneses limpiaron el camerino
Rusia 2018 es espectacular. Tras el choque de octavos de final de Suecia, el técnico Janne Andersson elogió el estadio de San Petersburgo: «Es absolutamente mágico», comentó.
Y es, además, uno de esos recintos que se han llenado hasta la bandera partido tras partido. Pero si hay algo que ha sobresalido estas semanas son las historias de amistad y amabilidad.
Un periodista británico compartió en el diario The Telegraph la historia de dos agentes de policía rusos que condujeron más de 300 kilómetros para que un aficionado iraní recuperara la chaqueta y la cartera que se había dejado olvidada en Kazán.
Nota abierta para todos
Además, un voluntario dejó boquiabiertos a los componentes de la selección sueca al aprenderse su himno nacional y cantarlo delante de ellos. Ese pequeño detalle que habla de un buen servicio.
También han llamado la atención los seguidores de Senegal y Japón, que permanecieron en el estadio tras los partidos de sus respectivas selecciones para limpiar las gradas donde estaban ubicados.
Incluso los futbolistas japoneses hicieron lo propio tras su amarga derrota ante Bélgica en octavos de final: dejaron el vestuario impoluto y una nota para los anfitriones.
Estaba escrita en cirílico y, al igual que el tuit de Neville, era breve y concisa: solamente ponía «Spasibo» (“Gracias”). Una nota que, sin duda, firmarían todos aquellos que han disfrutado del Mundial en Rusia.