El pasado 31 de marzo se cumplio el tiempo determinado por la ley para reunir las asambleas ordinarias en las propiedades horizontales del país, con el fin de aprobar estados financieros, presupuesto de este año, elegir nuevo consejo de administración, entre otras decisiones que pueden ser tomadas para ejecutarsen en lo que resta del año.
Aproximadamente el 60% de la población del país vive en propiedades horizontales, donde la participación de los propietarios en las asambleas es apática y por esto dejamos cosas sueltas para que algunos se aprovechen, es allí donde empiezan los problemas. Al igual que con nuestra cultura electoral nacional, tan solo unos pocos deciden y se ofrecen para ser elegidos, con el fin de estar pendientes de las decisiones tomadas en las asambleas y estar atentos de los recursos de todos sin ninguna remuneración, pero cuando algo pasa, toda la culpa recae en los representates de los consejos de administración donde normalmete se eligen 5 principales y sus suplentes pero siempre aparecen los mismos tres o cuatro, que son apoyados por el administrador de los conjuntos quien actua como representante legal con su respectivo salario.
Si dimensionaramos los dueños de predios las bondades e importancia del régimen de propiedad horizontal, podríamos año a año incrementar el valor individual de nuestros predios, es decir una plusvalía real, lastimosamente en este espacio de representacion son mas los problemas que las soluciones.
Por ejemplo, el mundo lleva décadas hablando de biodiversidad, medio ambiente urbano y autosostenibilidad, pero poco discutimos esto en las propiedades horizontales, sabemos por ejemplo: ¿cuanta basura producen nuestros conjuntos cerrados y cuanto estamos enviando a enterrar al “relleno sanitario”?, ¿cuanto reciclamos o cuanto reutilizamos?, ¿cual es la tarifa que paga cada vivienda por el peso producido cada mes? o ¿cuanto consumimos en energía por la iluminación de nuestras áreas comunes y que luminarias ahorradoras tenemos?, o la implementación de formas alternativas de generación de energía en comunidad, tener planes de como podríamos ahorrar mas y hacer mas eficiente todos estos consumos y valores en el pago mensual de cada servivicio, ¿cual es el aforo o caracterizacion de nuestros residuos solidos versus el pago de las tarifas?, se trata de avanzar en comunidad hacia viviendas ecosostenibles y bioeconomías circulares.
Estas deberían ser las discusiones y desiciones dentro de las propiedades horizontales, pero los conflictos hoy son: que si la asamblea se hace ordinaria o por derecho propio pasados los tres primeros meses, beneficios a recibir en los contrato de celadores, asensores, citofonia, cámaras de seguridad, manejo de personal de piscina, jardineros y las obras de construcción. Sin dejar de lado los procesos jurídicos vigentes, como impugnación de las asambleas, procesos civiles, cartera vencida, problemas policivos y de planeación por reformas y conflictos internos personales por mascotas y demas, donde unos pocos mandan y ordenan, sacrificando el beneficio general; no quiero decir que esto no sea importante, claro que lo es, pero siempre es lo único que se discute.
El régimen de propiedad horizontal debería ser el intrumento social con el cual mi copropiedad y nosotros mejoraramos nuestra calidad de vida y tener mas soluciones y menos problemas para obtener una valorizacion del uso del suelo, donde se incremente el metro cuadrado de nuestros predios.
Contrario a esto cada dia será necesario al comprar vivendas en propiedad horizontal, conocer qué situaciones jurídicas por resolver presentan los conjuntos, pues ya se conocen demandas falladas donde los pagos por procesos judiciales resultan tan honerosos que se hace necesesario el pago de cuotas extraordinarias por malas decisiones tomadas, estas cuotas extras deberían ser para embellecer, restauras y mejorar las areas comunes de los conjuntos y no para pagar compromisos generados de fallos judiciales ante el descuido y la desatención de todos los copropietarios.