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El Sartal de Mentiras que Trasmiten por las Redes Sociales ha Desorientado y Envenenado al Mundo y se han Empeñado en Descalificar a los Gobernantes «NO» Olvidemos Iván Duque Duplicó los Presupuestos Oficiales para la Educación Superior

Siendo Colombia uno de los países de América Latina que más ha progresado en el concierto internacional, con un sistema de gobierno que garantiza el ejercicio de las libertades individuales, entre ellas la libertad de expresión, el libre juego democrático y la sana emulación entre jóvenes estudiantes de las diferentes condiciones sociales, no podemos entender que haya algo mejor para las masas irredentas que este sistema político, que garantiza la equidad y que le permite a los hijos de los pobres formarse en cualquiera de las treinta y dos universidades públicas, que sostiene la nación con los impuestos que pagamos los empresarios.
Que los hijos de los pobres puedan formarse en cualquiera de las mejores universidades del país y desarrollar su inteligencia y su talento, porque el gobierno del presidente Iván Duque duplicó los presupuestos oficiales para la educación superior, es una conquista del sistema político, que ha abierto las avenidas de la formación profesional, para que las nuevas generaciones puedan adquirir niveles de competencia y productividad, como lo han soñado los padres de familia interesados en la buena educación de sus hijos.
Carece de sana lógica que cuando el gobierno de un joven mandatario como Iván Duque asume las riendas de la nación con una mente fresca, empeñada en combatir las formas de corrupción que se dieron en el reciente pasado, se produzcan reacciones y manifestaciones de protesta para destruir poco o mucho de lo que se ha construido en Colombia desde la promulgación de la nueva constitución nacional de 1991.
El sartal de mentiras que trasmiten por las redes sociales ha desorientado y envenenado al mundo y se han empeñado en descalificar a los gobernantes para impedir que se hagan las reformas que reclama el proceso evolutivo de la humanidad.
Empeñados en conseguir una vida mejor, que solamente se consigue por el trabajo honrado y la productividad, regímenes totalitarios de América Latina, como Nicaragua y Venezuela, presionan la fuga de migrantes, para desestabilizar a Colombia, Brasil, Ecuador y Chile, que han logrado mejorar sus economías.
Detrás de todo esto se encuentran agentes extranjeros, especialmente provenientes de la antigua Unión Soviética y Cuba, empeñados en consagrar a su líder Vladimir Putín como el rey del mundo.
Es un desafío entre las potencias, que se alimenta de la inconformidad de los pueblos latinoamericanos que, teniendo muchos privilegios y libertades, quieren destruir lo que más aman y lo que más les ha producido en términos de bienestar, para ensayar en la aventura comunista una forma de esclavitud para sus pueblos.
El peor espejo que tiene la humanidad sobre el fracaso de las revoluciones asistencialistas y comunistas, que prometen vivir con holgura en el manejo de sus recursos minero-energéticos, es Venezuela, que le entregó a Rusia la mayor parte de los campos petroleros, para garantizarles el pago de la multimillonaria deuda externa por los costos de la llamada ‘Revolución del Siglo Veintiuno’, con la que estuvo engañado al pueblo venezolano durante veinte años. Las calles céntricas de la ciudad de Caracas están desoladas; cerraron y fracasaron los establecimientos comerciales; el racionamiento de comida aplicado por el régimen de Nicolás Maduro Moros y de su alzafuelles, Diosdado Cabello Rondón, comprometió el oro y el moro para las grandes potencias que se han convertido en dueños de la riqueza venezolana.
Es tal el libertinaje sindical en Colombia, que la Federación Colombiana de Educadores (FECODE), destina grandes sumas de las cuotas sindicales recaudadas entre sus afiliados, para ejercer presión y chantaje contra el gobierno del presidente Duque, sin que haya una sola prohibición para utilizar las ondas hertzianas del espectro electro-magnético, que le pertenece al estado colombiano y donde, con las cuotas sindicales, se pagan costosas campañas de publicidad en una cadena radial, que en otros tiempos no habría podido hacerlo por el carácter SUBVERSIVO de su publicidad