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El Sermón de las Siete Palabras dado por un miembro de los Corrillos del Parque Caldas

Primera palabra: Ya pocos se atreven a negarlo aunque todavía muchos pretenden hacer creer que «la culpa es de la vaca «: Popayán está sumida en una profunda crisis. Al frente del Ejecutivo está alguien que, sin pudor alguno, admite no saber nada de Administración Pública y que a él lo eligieron los payaneses «no para hacer obras sino para acabar con los malandrines«. Entre tanto, la corrupción persiste; crece la inseguridad; el caos vehicular ya es en todos los sectores y en toda época del año; el Centro Histórico y su zona de influencia, cada día más, se asemejan a Sodoma y Gomorra; ya casi no hay un solo semáforo que no esté dañado. Y mientras todo ello sucede, la mayor parte de la dirigencia política y gremial no ve, ni oye, ni dice nada. Sabe lo que ocurre, y por qué, pero parece estar atenta a ver qué porción del ponqué presupuestal de la capital del Cauca, puede orientarse a sus propios intereses. ¿Y los entes de control?, muy bien, gracias donde ahora callando los medios de comunicación los cuales ahora no los acepta porque dejaron de callar todo donde el abandono al verdadero pueblo que lo eligió es latente . «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen» (Lucas 23,34).
Segunda palabra: El alcalde de Popayán presentó al Concejo un Proyecto de Acuerdo mediante el cual solicita que se le autorice a suscribir con la banca local un préstamo por más de $15 mil millones para reparar varias vías, adecuar la infraestructura de algunas instituciones educativas y construir el alcantarillado de los corregimientos de la bella ciudad blanca . La mayoría de los cabildantes, algunos analistas y otros actores locales consideran que, sin duda, las obras son necesarias, pero aducen que dicho empréstito es innecesario ya que el Ejecutivo tiene recursos en los bancos de los cuales puede echar mano. Y alegan, además, que hay otras fuentes de financiación. No obstante, el mandatario insiste en que sí necesita recursos frescos. «Señores concejales no sean egoístas; dejen de lado sus intereses y piensen por una vez en el bienestar de los Payaneses«, les dice el alcalde a los concejales. «Hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lucas 23,43).
Tercera palabra: Durante un debate de control político convocado por el Concejo de Popayán con el fin de analizar las causas de los crecientes casos de inseguridad y, sobre todo, la escandalosa cifra de delincuentes por la previsible enfermedad de robos , sicariatos y demás , el cabildante citante fue enfático en asegurar que la autoridad Policial local tiene una gran cuota de responsabilidad en los dramáticos hechos por no ejecutar correctamente el presupuesto aprobado para tales efectos. Documentos en mano, el concejal denunció que «se ha fallado en la aplicación de protocolos como la periodicidad del apoyo a la Policía Metropolitana de Popayán , lo cual la ha dado ventaja a los robos e inseguridad aumento como vectores para reproducirse y transmitir el virus del vandalismo «. Según los documentos expuestos, los responsables de prevenir la criminalidad omitieron importantes acciones o las comenzaron a adelantar cuando ya era demasiado tarde. Similares denuncias interpusieron durante el debate varios veedores de la protección de los bienes ajenos y sobre todo de la vida de los payaneses . En respuesta a tales quejas, el alcalde salió en defensa de la funcionaria aludida aduciendo que lo que querían los concejales -¡malandrines ellos! – era el manejo de un programa para la prevención en medidas de protección de la comunidad de Popayán «Mujer, ahí tienes a tu hijo; hijo, ahí tienes a tu madre» (Juan 19,26 s.).
Cuarta palabra: A medida que avanza la campaña por la Alcaldía de Popayán y, sobre todo, luego de conocerse los resultados de la consulta para saber que candidato saldría de la administración del Pollo , así como de las encuestas improvisadas y publicadas por varios medios de comunicación, algunos de los dirigentes políticos que acompañaban ciertas candidaturas decidieron cambiar de bando. Y ello es entendible, aseguran analistas políticos, politólogos y demás expertos en las movidas del poder; a nadie le gusta perder y, en varios casos, es asunto de supervivencia política. Pero también se han dado cambios («traiciones» las llaman unos; «convencimientos y rectificaciones» las llaman los otros) por los errores crasos que un candidato pudo cometer así que se garantiza que aquellos que hoy paga para que hable bien de Juan Carlos “EL POLLO” López Castrillón . «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Mateo 27,46).
Quinta palabra: A pesar del discurso anticorrupción que ha mantenido el alcalde de Popayán desde el inicio de su campaña, varios periodistas que cubren la Administración Pública, así como algunos veedores ciudadanos y diversos analistas, consideran que hay razones para creer que los actos venales no han desaparecido. «El alcalde juró, y rejuró, que en la ciudad blanca los corruptos se robaban el 70% del presupuesto, pero el 70% del presupuesto asignado a los dos años y pico que ya van de su gobierno no aparecen por ninguna parte. ¿Quién se los robó? ¿O acaso mintió para elegirse, lo cual es también un acto de corrupción«, preguntó recientemente un periodista radial que pasa que ahora es un santo . El hecho es que, al margen de lo que ocurra, muchos dirigentes políticos, entre ellos varios con credencial, no disimulan su interés en estar cerca de los titulares de las Unidades Ejecutoras del Gasto. Y algunos lo han logrado, a tal punto que ya algunos hablan de ser diputados o alcalde para salir bien librados y no sepan que tanto han comprado . «Tengo sed» (Juan 19,28).
Sexta palabra: Tal como se encuentra suficientemente probado, varios dirigentes políticos de Popayán y Cali intentaron, infructuosamente, que nombres de sus pupilos fueran incluidos en las listas a la alcaldía por los partidos y movimientos calificados como ‘alternativos’. Fue el caso, entre otros, de una exservidor público de alguna dependencia de la capital del Cauca, cuyo nombre fue propuesto para optar a la lista a la alcaldía y otros al concejo, Centro Esperanza, primero, y del Pacto Histórico, partido de la Paz y hasta verde después, y en ninguna fue acogido. Antes, como se recordará, otro intento fallido fue a través de la recolección de firmas que aún no empieza. Y, como si todo ello no fuera suficiente, la Personería buscan callarla para que no muestre la verdadera cara de la administración, «Todo está consumado» (Juan 19,30).
Séptima palabra: La muerte es lo único que tirios y troyanos, hombres y mujeres, pobres y ricos, legos y doctos, negros y blancos, de izquierda y de derecha, tienen -por igual – plenamente asegurado. Además, “la muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es, y cuando la muerte es, nosotros no somos”, como expondría Antonio Machado. Pero dos mil años antes, Epicuro había ido más allá: no solo debía perderse el temor a la muerte sino además «a los dioses y al destino, porque con esos miedos no se puede disfrutar de la vida «. No obstante, al margen de ello, aún quienes confían en la resurrección, con absoluta fe cristiana, le tienen temor a la muerte, sobre todo la de sus seres más queridos. El hecho es que en Popayán hay razones para vivir atemorizados. Por un lado, en los últimos meses los robos aumentan, los crímenes y ataques por atraco a decenas de jóvenes y niños sin que, por lo visto, se reconociera la gravedad del hecho. «Fue un problema local «, fue la excusa de la autoridad de la administración de la bella ciudad blanca . Y, por el otro, en todos los barrios de la ciudad los robos de manera violentas han aumentado de forma dramática, pero las autoridades responsables de la salvaguarda de la seguridad ciudadana insisten en que se trata -sobre todo – de una problema de percepción. «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu» (Lucas 23,46).
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