Como una necesidad latente el turismo hoy más que nunca, requiere la implantación de políticas estratégicas publicitarias agresivas que permitan dar a conocer el gran potencial con que cuenta nuestro país en este renglón, el cual ha ganado importantes espacios a nivel internacional pero que permanece adormecido.
Contamos con un gran músculo económico por explotar que infortunadamente adolece de líderes conocedores del tema que impongan fórmulas para jalonar nuestra economía en este renglón.
Colombia cuenta con regiones privilegiadas, donde el turismo florece de manera silvestre, tan natural que solo basta proyectar esas imágenes icónicas para llamar la atención de propios y extraños que quedarán extasiados y maravillados, es el caso de nuestro departamento del Cauca donde por dar dos pequeños ejemplos , la via de Inzá y para llegar a la hermosa SALVAJINA en Suarez ,preguntándose cómo hacer para llegar allí. Su gran riqueza de flora y fauna, la ubican en los primeros lugares a nivel mundial, así mismo sus exóticos páramos, únicos, con manantiales y fábricas de agua natural y pura, amenazados por multinacionales mineras que con su explotación terminarían por extinguirlos.
Solo queremos pasar de la protesta a la propuesta, generando consciencia de que es tiempo de hacer un giro direccional que permita fortalecernos y levantarnos de la mina donde estamos sentados, con una orientación algorítmica de pasos lógicos a seguir para tener el mínimo de errores, encontrando de esta manera los positivos resultados que buscamos. No es una utopía, hay que invertir en vías de acceso, garantizando la seguridad de los visitantes, incluyendo dentro de la política de los mandatarios la implantación de una economía planificada, que garantice el sentido de pertenencia y preservación de los lugares.
Cauca es uno de los departamentos que más ha crecido en el sector turístico, que necesita poner en práctica los modelos sugeridos, que no son un secreto para nadie, asimilando las buenas experiencias de regiones como el Eje Cafetero y Boyacá –solo para citar 2 ejemplos- los cuales cuentan con una mayor experiencia en este campo y hay que tomarlos como referentes.
Se requiere de la sinergia de todos los involucrados en este tema, para que podamos hablar solo de “temporadas altas” en la mayor parte del año. Una organización que avale y respalde cada proyecto. Hay que acabar con el flagelo de la corrupción para poder lograrlo, una tarea difícil pero no imposible.