Destacado
En Colombia sobre política, nada está escrito, así se predique que es un país que guarda su democracia incólume

n Colombia sobre política, nada está escrito, así se predique que es un país que guarda su democracia incólume, según sus gobernantes que salen cada cuatro años con borrones en sus planes de gobierno, porque la mermelada los engolosina, a la hora de aprobar los presupuestos y repartirlos. Ejemplos se tienen desde el acusado, investigado Álvaro Uribe Vélez que ha manejado este país sobre ese lema de la “seguridad democrática”, investiga en el miedo ciudadano por perder los derechos a la propiedad. Propiedad que les defiende a los grandes capitalistas y terratenientes de este hermoso país que vive soñando ser la potencia de Suramérica.
Llevamos ocho días de las elecciones, donde se eligió un Congreso para el periodo 2022-2026, los nuevos miembros del legislativo tendrán que enfrentar en esta ocasión a un parlamento paquidérmico que legislaba para sus propios intereses, que para el pueblo; una agenda que mire y defienda los intereses del pueblo, impulsando nuevas leyes que ayuden al agro colombiano, la sostenibilidad económica, la salud, el trabajo, la educación que ha vivido en crisis durante más de 50 años.
Todas las caras nuevas, al lado de las que viven de la politiquería, con muchas profesiones, no tendrán que ver sus regiones desde sus pupitres, sino que tendrán que salir constantemente a sus lugares donde los ciudadanos votaron por ellos, para atender sus necesidades, que tanto los aquejan, en vías, acueductos y muchos servicios para su desarrollo.
Cabe resaltar que este Congreso colombiano estará ocupado en un 28,8% por mujeres. Esto está permitiendo que la participación regional esté por encima del 32% en América latina.
Se puede decir que la crisis de la democracia, sigue siendo un fenómeno social, donde los gobiernos que han ostentado el poder, no permiten, que exista otra clase de pensamiento para renovar esas castas tradicionales y personalistas que viven de la apariencia y la mentira. Los nuevos representantes y jóvenes que buscaron ese espacio deben luchar por ganarse el respeto de millones de ciudadanos que los eligieron, desencantados de la politiquería.
Todo ese desencanto e impotencia, fue aprovechado por los jóvenes a través de las redes sociales, donde se destapaban las ollas podridas y se denunciaba para la construcción de una Colombia nueva. El ejemplo de un “youtuber” bumangués, nacido en la pobreza: Jonathan Ferney Pulido Hernández, JP Hernández, nombre utilizado en su campaña en la colación Centro Esperanza y Alianza Verde, obtuvo la tercera votación para el senado.
No quiero adentrarme en los otros partidos, sino ese nuevo modelo de coaliciones que se están gestando, para más adelante crear ideologías y partidos.
Acá, tendré que hacer un paréntesis, para hablar sobre los escrutinios de la Registraduría Nacional del Estado Civil, que mancha el buen nombre, al prestarse para los supuestos fraudes, donde los muertos votan, y muchos candidatos porque son de los partidos que pujan por no perder el poder, quitan votos a los que quieren llegar por primera vez al poder.
Ganaron en las consultas populares, quienes debían ganar, ahora vienen las fórmulas vicepresidenciales y las campañas donde se tendrá esa guerra de palabras, ofensas y calumnias para confundir al pueblo elector. Gustavo Petro, Sergio Fajardo, Federico Gutiérrez, Rodolfo Hernández, Ingrid Betancourt, Enrique Gómez, Luis Pérez, Luis Gilberto Murillo, Jhon Milton Rodríguez y el candidato que coloque cambio radical.
Tradicionalmente se afirma que en la primera vuelta (que se tienen para el 29 de mayo) no llega el Presidenciable, sino que existe la segunda, donde la disputa de los candidatos es reñida, porque se cocinan las alianzas, coaliciones que buscan un fin común, y tiende a darse una mayor participación de electores, porque allí cada ciudadano considera su voto útil. Se tendrá que plantear debates imparciales que no favorezcan los intereses económicos de los medios de comunicación, ni empresariales e industriales. Ya estamos viendo que se prepara el hipódromo con los caballitos de batalla: entre ellas las pensiones. Un derecho laboral por más de 20 años de trabajo, que debido a ley que montó Álvaro Uribe, con la salud fue privatizar ese derecho para que las empresas se hicieran multimillonarias y con el tiempo buscaran ese medio de decir que estaban en quiebra. Este será la gran polarización del pueblo, entre ricos y pobres, con los políticos subyugados por el capital de la avaricia.
Gustavo Petro y el Pacto histórico, tendrán que debatir con sus contradictores, que se atravesaran en su camino a la Presidencia, con el falso Castro chavismo que quieren lavar el cerebro al pueblo en otra violencia, acostumbrados los dueños del país en continuarla.
Columnista Invitado
Luis Eduardo Jaimes Bautista