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Es el Momento de Salir : “Los Malos Gobiernos Los Eligen los Buenos Ciudadanos que NO votan”.

Esta frase pronunciada hace medio siglo por el caudillo conservador Gilberto Alzate Avendaño, debería colocarse a la puerta de entrada a las oficinas de la Registraduría del Estado Civil, donde se tramitan las cédulas de ciudadanía para todos los colombianos que ingresan al ejercicio de la democracia. Un país de instituciones fuertes requiere de la participación ciudadana en los procesos electorales, para escoger a sus mandatarios.
Hoy están abiertas las anchurosas avenidas de la democracia, con instrumentos de participación para todos los colombianos, donde es posible debatir, disentir, analizar y construir ciudadanía. En los regímenes totalitarios que han aparecido en América Latina, como Nicaragua, Bolivia y Venezuela, después de la tragedia del pueblo cubano sometido a la esclavitud de un oprobioso régimen comunista, no existe libertad de opinión y quienes protestan corren el riesgo de ser perseguidos y encarcelados.
El gobierno del presidente Iván Duque Márquez ha querido fortalecer la participación ciudadana a través de la socialización de la inversión pública, de las consultas populares, de las audiencias públicas en los centros universitarios, tratando de cambiar esa mentalidad que en el pasado daba lugar a la convocatoria de Consejos de Guerra para castigar los llamados ‘delitos de opinión’ que dieron lugar a reacciones en cadena de las comunidades universitarias.
Las Asambleas de Diputados y los Concejos Municipales hacen parte de la estructura democrática del país, donde se tramitan las iniciativas de los gobernadores y alcaldes, como los proyectos de los mismos legisladores, para expedir los presupuestos regionales y locales, que interpreten la voluntad popular.
Existe el derecho a réplica, el derecho a la protesta civilizada, el derecho de huelga, el derecho al buen nombre y el instrumento constitucional de las consultas populares, como una conquista del sistema político para la convivencia y la paz.
Hay que respetar a los miembros de los cuerpos colegiados, porque sobre ellos recae la responsabilidad de tramitar las inquietudes de las comunidades urbanas y rurales, sus preocupaciones y necesidades. Muy cerca de estas corporaciones departamentales y municipales están las juntas de acción comunal, que constituyen otros escenarios de la participación de la ciudadanía en la definición de sus obras de desarrollo.
Colombia es un país de instituciones, de excesivas instituciones, muchas de ellas encargadas de controlar a los gobernadores y alcaldes, de vigilar el comportamiento de los jueces y magistrados, toda una telaraña jurídica, donde la participación de las tres ramas del poder público, hace que tengamos un régimen garantista para la administración de justicia, para el control político de la rama legislativa sobre las tareas que realizan los mandatarios de la nación, los departamentos y los municipios.
Es tal el entramado jurídico que se constituye en las arterias de la democracia, que una elección de gobernadores, alcaldes, diputados y concejales, despierta cada cuatro años el interés de recomponer las instituciones regionales de los departamentos y municipios, como precisamente ocurre en esta fecha memorable del 27 de octubre de 2019, cuando treinta y cinco millones de colombianos podemos acudir a las urnas para escoger a estos funcionarios, que tienen precisas funciones establecidas en la Constitución Nacional.
El caudillo conservador Gilberto Alzate Avendaño, que fue uno de los grandes pensadores de la nación, escribió en el pedestal de la historia esta frase memorable, que podemos repetir hoy, para recordarle a los CAUCANOS y a los colombianos que “los malos gobiernos los eligen los buenos ciudadanos que NO votan”.
Cuando el ciudadano participa en las elecciones de sus mandatarios está ejerciendo el derecho más sublime de nuestra democracia: elegir a quienes deben ejercer la gerencia general de nuestros departamentos y municipios, con sus respectivas juntas directivas que son las Asambleas Departamentales y los Concejos Municipales