Es Un Dura Realidad: No hay lugar para esconderse y protegerse de esta pandemia, ni siquiera en las antiguas cavernas

La construcción de hospitales en tiempo record, brigadas de salud al instante para superar la pandemia que ha puesto en jaque a la humanidad, destinación de recursos que estaban asignados para otros menesteres y la angustia general por combatir un enemigo invisible, que ha extendido sus tentáculos a ciento veinte países del mundo, es el objetivo de todos los gobiernos del mundo comprometidos en la defensa de la vida de trescientos millones de personas, en peligro de muerte por estos materiales infecciosos, que de la noche a la mañana invadieron el globo terrestre.

La China, el gigante asiático, que ha sido el lugar donde tuvo origen la pandemia, que rápidamente se extendió por los puertos marítimos y por terminales aéreos, acaba de preparar una vacuna experimental que está en prueba, mientras se busca contener la desesperación del género humano por encontrar un antídoto definitivo y un lugar bajo la tierra, donde pueda conjurarse el peligro de muerte que ha aparecido en ciento veinte países del mundo.

El país con más alto grado de contaminación por la peste del coronavirus, es China que ha infectado más de ochenta mil personas y ha dejado más de cuarenta mil (40.000) muertos; Italia  con once mil (11.000) personas contagiadas y más de cuatro mil (4.000) muertos; España con más quinientos (500) muertos y ahora en Norteamérica y América Latina, donde la pandemia empieza a expandirse por Estados Unidos, México, Colombia, Ecuador, Brasil, Venezuela, Perú, Bolivia, Chile, Uruguay, Paraguay y Argentina.  

El trágico efecto de la peste sobre la vida de los seres humanos ha tocado también a los sectores productivos de la economía, con el aislamiento obligatorio del personal que labora en las empresas privadas, en las fábricas, en las escuelas, colegios y universidades, en la rama judicial y en el sector educativo, ocasionando pérdidas multimillonarias para cada país.

La angustia colectiva se ha apoderado de Colombia y de los países vecinos, al compás de las drásticas medidas que ha adoptado el gobierno para restringir el tránsito de personas y la prohibición expresa de torneos deportivos, manifestaciones políticas, eventos feriales, celebraciones de aniversario, todo lo cual ha quedado aplazado, en lo posible, para el segundo semestre.

A las personas mayores de sesenta años se les ha recomendado permanecer en sus residencias, luego que en Europa el mayor número de muertos ha sido de personas de la tercera edad, que según los médicos son los seres humanos más vulnerables ante un virus agresivo, cuya mortalidad ha sorprendido al mundo, especialmente a los líderes religiosos, a los educadores, a los agentes diplomáticos y al personal científico que trabaja en los centros clínicos y hospitalarios.

No hay lugar para esconderse y protegerse de esta pandemia, ni siquiera en las antiguas cavernas, debajo de las piedras, porque el virus tiene una capacidad expansiva y progresiva, suficiente para producir el mayor cataclismo que haya registrado la historia de la humanidad.

Por eso la invitación a los más básico : lavarnos las manos , no salir si no lo necesitas , y sobre todo es una invitación a que cambiemos ese corazón duro que tenemos porque si nos unimos salimos de esta fácilmente , Dios nos bendiga y la historia del mundo la hacemos entre todos.