Parece que ese legado de nuestros antepasados de honradez, cumplimiento, valores, principios, ética y demás son hoy lamentablemente solo un recuerdo y todo, todito todo se convirtió en un vulgar negocio, así si todo por lo plata.
Qué dirán nuestros abuelos del valor hoy de la palabra, de la rectitud, de la honorabilidad, de honrar los apellidos, será solo hipocresía, falsedad, doble moral, apariencia de oveja y corazón de lobo… pues todo tiempo pasado ha sido mejor.
La salud, la educación, la vivienda, el deporte, las basuras, la política, los cargos con honrosas excepciones en este país considerado con muchísima razón el país más corrupto del mundo y nuestro departamento está en lista de nuestra patria, adorado por muy poquitos porque en su gran mayoría se trabaja, se lucha, se esfuerzan o como decimos se camella de sol a sol para poder mostrarse como persona y familia honrada, pero eso sí, unos poquitos en su gran mayoría de la clase política como dijo el señor presidente son bandidos, ratas de alcantarilla.
Se siente hasta impotencia que este Cauca bello, privilegiado, estratégicamente ubicado, rico, con diversidad de climas, gentes trabajadoras haya caído en manos como dijo el maestro Daría Echandía de cafres… solo se siente dolor de patria, mientras un altísimo porcentaje trabaja y se la rebusca, unos poquitos se alzan con todo frente a la mirada cómplice de las autoridades y la justicia que por ahora no existe y lo peor de todo es que no pasa absolutamente nada. Gobernantes, mandatarios, funcionarios y servidores públicos son los nuevos millonarios y con tanta suerte que cada emergencia les absuelve sus pilatunas y travesuras, solo esperanzando en la justicia divina para que les caiga el peso de la ley.
Escándalos que dan vergüenza de ver la falta de compromiso, de sentido de pertenencia, de conciencia, de amor y gratitud por la tierrita y como se tapan con la misma cobija, ni modo de que se actúe con rectitud, en derecho, sin permitir tráfico de influencias, padrinos, son tantos, tan variados los escándalos de nuestros dirigentes, funcionarios y servidores públicos, que no deja uno de asombrarse a pesar de estar acostumbrado a este comportamiento pusilánime.
Pero el día no está lejos que nos llegue la justicia divina, que tarda pero implacable que nos deje en el lugar que nos corresponde, que no permite sobornos, ni mentiras, la gran victoria, la victoria final; entre tanto pueblo preparémonos para más travesuras, escándalos, robos, injusticias a costa del empobrecimiento de un pueblo que ha sido cómplice y compinche por no exigir sus derechos, por quedarse callado, por no pararse en la raya, por el miedo que nos asiste a la hora de denunciar, por la persecución a la que se es sometido… pero la copa se rebosa, la miel da punto y todo llega a su final, que viva Colombia, que viva el Cauca, sus gentes buenas, honestar, honradas, trabajadoras, emprendedoras y eso sí, aguantadoras.