Adriana Franco, recordada como Julia de Pinzón en ‘Yo soy Betty, la fea’, ha revelado una amarga experiencia tras ser víctima de una estafa que involucra más de 400 millones de pesos. Junto a su esposo, el actor Rafael Bohórquez, confiaron en una amiga cercana que les ofreció un supuesto negocio inmobiliario, pero la inversión resultó ser un engaño que ha afectado su estabilidad financiera y emocional.
En una entrevista, Franco narró cómo la persona en quien confiaban desapareció sin dejar rastro, dejando el pago inicial de 30 millones como la única devolución de la inversión. A pesar de sus intentos por hacer justicia, la actriz ha expresado su frustración al ver que nadie parece dispuesto a responder por el fraude. Para Franco, la traición ha sido un golpe tanto económico como personal, afectando profundamente su círculo de confianza.
Además de enfrentar una pérdida económica considerable, Franco y Bohórquez temen por su seguridad financiera futura, ya que dependen de sus ingresos como actores para sostenerse. La actriz ha pedido que su historia sirva de advertencia para otros sobre los riesgos de confiar en personas cercanas sin verificar.
El caso ha generado apoyo entre sus seguidores, quienes han manifestado su solidaridad en redes sociales. Franco sigue firme en su deseo de recuperar lo perdido y de alertar a otros sobre los peligros de confiar ciegamente, incluso en amistades de larga data.