Internacional
Fujimori Indultado

En la sala de cuidados intensivos de un hospital de Lima permanecía el expresidente del Perú, Alberto Fujimori, condenado a la pena principal de 25 años de prisión, por haber ordenado el exterminio de las guerrillas del Movimiento Sendero Luminoso.
La medida fue dictada por el presidente Pedro Pablo Kuczynski, en momentos en que se tramitaba una moción de censura para revocarle su mandato.
El indulto no solo exime a Fujimori de seguir en prisión por la muerte de 25 personas en dos matanzas del grupo militar encubierto Colina, sino que también lo libra de ser procesado por otra matanza donde murieron otras seis personas.
Tras visitarlo en la clínica, el excongresista fujimorista Alejandro Aguinaga, médico personal de Fujimori, manifestó que fue “una decisión que fue puesta en manos de otros presidentes y no la tomaron”, en referencia a los dos indultos solicitados al expresidente Ollanta Humala, quien rechazó un primer pedido en 2013 y traspasó otro en 2016 al propio Kuczynski. Fujimori padece fibrilación auricular paroxística, hipertensión, insuficiencia mitral, cáncer de lengua del que ha sido operado en seis ocasiones y hernia lumbar.
Los familiares de las víctimas del exterminio recurrirán a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que anule el indulto, al que consideran como un acto de impunidad. Lo harán basados en la convicción de que el indulto no se otorgó por las razones médicas aducidas en la resolución, sino por un “acuerdo político bajo la mesa” entre Kuczynski y Fujimori para que el primero pueda seguir gobernando a cambio de la libertad del segundo.
No pasan por alto que Kuczynski firmara el indulto tres días después de salvarse de ser destituido en el Congreso por los votos de 10 congresistas fujimoristas rebeldes con su partido, liderados por Kenji Fujimori, hijo del exmandatario, que había pedido el indulto.