Esta especie en vía de extinción se ha visto afectada por la invasión de su territorio. Las cámaras trampa son algunos de los mecanismos que la CRC utiliza para monitorearlo.
El oso andino, también conocido como oso de anteojos, frontino, careto, ucumari y jukumari, es la única especie de la familia de los osos en Suramérica. Está presente en Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y en el norte de Argentina. Tristemente sus poblaciones en el departamento del Cauca al igual que en otros departamentos de Colombia, se están viendo notablemente reducidas debido a su caza, a la deforestación, la ganadería, la tala indiscriminada y la quema del bosque para obtención de terrenos destinados a cultivos agrícolas e ilícitos, dejando al oso sin un lugar donde vivir y sin alimento, que proviene en su totalidad del bosque.
Lo anterior hace de este solitario oso, un animal problemático para las comunidades asentadas en los municipios del Macizo Colombiano, que continuamente reportan ataques de los individuos de esta especie a los animales domésticos, y anuncian posibles represalias contra el asustadizo oso andino.
Atenta a los hechos enunciados, la Corporación Autónoma Regional del Cauca, continua adelantando en coordinación de las administraciones municipales, Parques Naturales Nacionales, Policía Nacional y organizaciones comunitarias campesinas e indígenas, acciones enfocadas a reducir el riesgo del conflicto, a través de campañas de información y eventos de educación ambiental como estrategias preventivas y reactivas importantes para disminuir tanto la percepción negativa de las comunidades acerca de los carnívoros salvajes, como los daños a la propiedad de la gente.
Actualmente se han aumentado los avistamientos de oso andino en los municipios de Santa Rosa, Totoro, Paez, Inza, Silvia, Bolívar, San Sebastián y Toribio entre otros, por lo que la CRC, implementa alertas tempranas para la protección de la especie con medidas de control con intervenciones disuasivas pasivas, entre las que se destacan el uso de medios visuales (colores, espantapájaros, señuelos, etcétera), olfativos (humos, repelentes, irritantes, etcétera) y disuasivos acústicos como detonación de pólvora, con los cuales se ahuyenta o se mantiene alejados a los animales de las especies de úrsidos (oso andino) y felinos que causan los conflictos.
De igual manera, la CRC sigue gestionando con las administraciones municipales, Parques Naturales Nacionales y cabildos indígenas, recursos económicos, técnicos, humanos y logísticos para aunar esfuerzos en pro de la protección y conservación del oso andino, a través de convenios que permitan la implementación de acciones preventivas educativas, de control, de investigación utilizando técnicas de monitoreo exitosas como las cámaras trampa para foto-capturar al elusivo oso andino y las especies asociadas a este en los bosques nublados de la región,y con acciones de manejo con la ejecución de iniciativas comunitarias demostrativas como el mejoramiento de praderas o de los sistemas productivos agropecuarios afectados por ataques de oso andino y carnívoros asociados.
Para la presente vigencia se espera contar con el concurso de las administraciones municipales de Paez, Santa Rosa, Totoro y Toribio.
Recordemos que el oso andino es una especie protegida por la legislación colombiana, mediante la resolución 383 del 2010 del MADT que lo califica como vulnerable y por lo tanto protegido penalmente y se encuentra declarada en peligro de extinción por la UICN en categoría Vulnerable. Igualmente está protegida de ser comercializada por el convenio Cites; el oso andino está listado en el anexo I del mencionado convenio