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¿Habrase visto mayor insolencia? hoy el peso Colombiano es el papel moneda más desacreditado y envilecido del mundo

Avanzamos hacia el cataclismo de la economía colombiana, en manos de un gobierno nacional que les prometió a tres millones de familias pobres de Colombia subsidios en dinero para atender los costos de su manutención sin necesidad de ir trabajar.

Entregamos la presidencia de la república a un personaje que había soñado con la paz total, como si fuera fácil colocar en un mismo lugar a las cuadrillas de la delincuencia común y con los grupos de narcotraficantes, con las guerrillas del ELN, las disidencias de las FARC y a los chusmeros de la Nueva Marquetalia , entreverados en el mismo costal con las autodefensas que se criaron hace varios años en el sur del país y en la Sierra Nevada de Santa Marta.

En medio de la demagogia populista, el gobierno de Gustavo Petro anunció la creación de unas milicias juveniles con cien mil combatientes, con el propósito de remplazar en poco tiempo a la policía nacional, que valerosamente se enfrentó a los terroristas de la denominada Primera Línea , que hace dos años, junto con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y el sindicato de Fecode, apostaron a la destrucción del país, arrasando e incendiando plataformas industriales, comerciales y bancarias.

Acabó el presidente Petro con el banco de recursos humanos que representaba la enorme experiencia de las fuerzas militares y de policía, en la lucha contra la subversión y el terrorismo, al descabezar a cuarenta y dos (42) generales, mayores generales y brigadieres generales, que llevaban años enfrentando el conflicto armado, para despejarle el camino a la impunidad con bandidos que ahora se transforman en Gestores de la Paz Total , cuando han sido responsables de los ataques contra la fuerza pública y contra los bienes del estado colombiano, que fueron objeto de destrucción y caos en las calles de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga.

Los anuncios del gobierno nacional de Gustavo Petro, empeñado en reducir la producción petrolera colombiana, que es la fuente nutricia de la economía, aceleraron la devaluación del peso colombiano hasta llegar a su más mínima expresión, creando un ambiente de pesimismo y de frustración para los empresarios, que han padecido la más elevada cuota de sacrificio para un sector privado, con empresarios condenados a pagar unos impuestos extorsivos, que impiden la reactivación económica.

El costo de vida se disparó a niveles inalcanzables por la devaluación del peso colombiano, que hoy es el papel moneda más desacreditado y envilecido del mundo.

Los integrantes de todos estos grupos criminales alzados en armas aspiran a que el estado los indemnice por el inmenso daño que ellos mismos le han hecho a la nación; que les paguen sueldos permanentes, como lo hicieron con las FARC; que les regalen fincas, emisoras y matrícula gratuita en las universidades públicas.

A la gente de bien le prohibieron el uso de las armas de defensa personal, mientras más de doscientos municipios del territorio nacional y miles de bandidos, especialmente de las zonas cocaleras del país, disponen de arsenales de armas y pertrechos, para proteger las plantaciones de coca, en vía de legalización. ¿Habrase visto mayor insolencia?

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