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HOY CATALINA GIL CALDERÓN SE GRADUÓ EN LA NORMAL DE BUCARAMANGA DE BACHILLER SE CRECIÓ MI POCAHONTAS

Una graduación puede ser uno de los eventos más importantes para la vida de cada persona.
Hoy CATALINA, Ese momento, donde has cumplido una meta tan grande e importante, que probablemente sea el motor más importante de tu vida donde te enmarcara el camino que te llevara a un logro profesional en un futuro.
Pero mientras tu mami Diana Calderón Núñez , los adultos pensábamos como adultos, con los temores de los adultos, tú Catalina ya estabas jugando feliz, con la inocencia y la alegría de los niñas que todos los días nos dan ejemplo de cómo es que se debe vivir la vida de verdad.
Hoy es ese día. No sé en qué momento se pasaron tan rápido los años, pero hoy eres ese gran mujer que yo imaginé, noble, honesta, inteligente, muy inteligente, a punto de cumplir los 15 años y de asumir un nuevo rol en tu vida que de seguro te llevará a los más altos honores, resalto su tía Sandra Calderón.
Catalina, hoy eres bachiller gracias a tu esfuerzo, a tu lucha, a la labor de una excelente madre y de un padre que creen en ti; al trabajo de unos profesores que te fueron moldeando, a la ayuda de todos aquellos que en estos años te aportaron tantas cosas, que por pequeñas que fueran a la final se convierten en grandes porque hacen parte de ese conjunto de factores que nos ayudan a ser hombres y mujeres de bien.
Ser bachiller es un triunfo tuyo. Aunque todas estas personas ayudaron, tú fuiste quien recorrió el camino correcto, quien asimiló todo e hizo que las cosas pasaran. Tu comportamiento en el colegio, las tareas, las tardes y noches de estudio adicional, el mejoramiento continuo te llevaron hasta aquí.
Y hoy estás a punto de dar un paso más. Atrás quedaron los días de uniforme, los de los permisos para salir de clase, los del coordinador de disciplina respirándole a uno en la nuca para ver en qué momento comete una falta al reglamento del colegio.
Los que jamás quedan atrás son los verdaderos amigos y las verdaderas amigas que hizo uno en el colegio y fuera de ella, en su etapa estudiantil. Sé que no los olvidarás jamás, que les guardarás un campito en tu corazón.
Estás a un paso de comenzar la universidad. En el colegio uno construye los cimientos del edificio. En la universidad se refuerzan y se hace la estructura. Y uno escoge qué tan alta la quiere, de qué calidad, con qué acabados, si será de lujo o será una más.
Entras en una etapa de libertad estudiantil, pero recuerda que así como puede uno faltar a una clase, también puede quedarse sin el conocimiento que dan en ella y algún día te va a faltar.
En la universidad no hay que luchar por sacar buenas notas. Hay que hacerlo para aprender lo mejor. Para ser la mejor. Para alimentarse cada día de conocimiento, de saber. Para alimentar el espíritu de esa emoción que se siente cuando uno va descubriendo los secretos de la humanidad, los secretos de la profesión que escogimos, cuando va descubriendo un nuevo mundo en el que queremos estar.
Tú estás segura de lo que quieres estudiar, de lo que quieres ser. Es el momento de hacerlo realidad. Disfruta cada momento de tus encuentros con el conocimiento y ponlos en práctica. Cada cosa que aprendas, la puedes ir poniendo en práctica.
Ponte una meta que puedas cumplir y un tiempo para hacerlo. Debe ser realista. Y una vez la cumplas, ponte otra más.
No olvides que en ese camino los secretos son la humildad y el servicio a los demás. Ser humilde no significa ser menos que los demás. Es verlos a todos de igual a igual y hacer que nuestros triunfos no los hagan ver menos; que con nuestro comportamiento no se sientan mal.
Es saber que nosotros somos pueblo, porque hay un solo pueblo; somos uno solo porque todos somos hermanos y hermanas; no somos más porque tengamos más, porque sepamos más. Porque si nos damos cuenta, todas las personas saben más que las demás. Cada una en su campo. Y en ello, todos somos siempre iguales.
Y siempre ten en la mira el servicio a los demás. Cuando nos formamos para servir a los otros, no fallamos. Cuando trabajamos teniendo en nuestra mente a los demás como objetivo, vamos a acertar en lo que hacemos. Vamos a encontrar la verdadera felicidad. Que no está en cuánto ganamos o cuántas horas trabajamos, sino en cuánto servimos hoy, cuánto les dimos a los demás, cuánto los amamos, cuánto los protegimos, cuánto fuimos felices hoy.
Catalina Gil Calderón estamos muy orgullosos de ti. Le doy gracias a Dios por tener un Sobrina como tú y que mi hermana tenga una gran hija. Y ante Dios te vuelvo a decir que te amo inmensamente y que siempre puedes contar conmigo, con tu mami, con tus hermanos, donde quiera que estés. Jamás estarás solo en la vida porque allí donde estés, recuerda lo que siempre decía tu abuela Rosario, estaremos contigo, siempre.
Que Dios te acompañe en este nuevo camino, que te ilumine, que te proteja y que te ayude a ser esa gran mujer que le sirva mucho a la humanidad. Esa gran mujer que ya eres. Esa gran hija que ya eres. Ese corazón noble que ya tienes.
Te Amamos,
Tu Tía SANDRA CALDERON NUÑEZ, JUAN FELIPE, SANTIAGO Y TU TIO MARCELO ARANGO MOSQUERA