Diez meses después del fallecimiento del maestro Fernando Botero, la ciudad de Roma le hace un homenaje al artista colombiano con una exhibición de ocho de sus esculturas ubicadas al aire libre, en calles y plazas del centro histórico de la ciudad.
La exposición ‘Botero a Roma’, cuya curadora fue la hija del artista, Lina Botero, se realiza en el marco del 160 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Italia y Colombia, marcadas, entre otros aspectos, por vínculos en el campo de la educación y la cultura.
La exposición, realizada por la Fundación Botero, como una forma de seguir difundiendo el legado del artista en el mundo, se extiende por lugares emblemáticos de la capital italiana, tales como la terraza del Pincio y la Piazza Mignanelli.
Fernando Botero tuvo una estrecha relación con Italia. En Piedrasanta, donde reposan sus cenizas, el escultor -también pintor y dibujante- trabajó durante décadas con artesanos locales para la fundición de sus obras y en los talleres de mármol característicos de esta población de Toscana.
El artista, nacido en Medellín en 1932, es considerado el segundo colombiano de mayor reconocimiento en el mundo, después del Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, de quien preparan una serie de doce capítulos de su emblemática novela Cien Años de Soledad.