A Carmenza María Guerrero Ortiz un juez le otorgó el beneficio de prisión domiciliaria, luego de que asesinara a su pareja en medio de una riña en su hogar. Entre las razones que llevaron al juez a tomar esa decisión, estarían que la mujer habría asesinado al hombre en un acto de defensa propia.
Los hechos se dieron en la noche del sábado 13 de febrero cuando, según cuentan testigos, la pareja se encontraba departiendo en la casa de una vecina en el barrio Ciudadela de Paz, en el suroccidente de Barranquilla.
Bajo los efectos del alcohol, la pareja empezó a discutir, por lo que salieron de la casa de su vecina y se dirigieron a su propio hogar, en donde la discusión continuó, y terminó en un forcejeo a golpes.
La mujer, que le manifestó a las autoridades que estaba recibiendo puños y patadas de su pareja, José Leonardo Álvarez Meza, decidió tomar un cuchillo y clavarlo en el tórax de el hombre, lo que le causó la muerte inmediata.
De acuerdo con el relato de los vecinos, las peleas entre la pareja eran recurrentes, sin embargo, el aviso de la hija de las dos personas alteró a la comunidad. La joven salió a la calle gritando que su mamá había asesinado a su papá.
“Las peleas en esa pareja eran constantes (…) después que ella lo apuñaló, una hija de la pareja salió gritando y dijo que la mamá había matado a José con un cuchillo”, dijo uno de los vecinos.
El general Diego Hernán Rosero, comandante de la Policía en Barranquilla, le dijo a El Heraldo que la mujer no huyó y que, por el contrario, había decidido esperar a que llegaran para entregarse por el crimen que había cometido minutos antes.
“Ella manifiesta al principio que a veces tenía discusiones con él y se tornaba violento. En esta ocasión sucedió lo mismo y decidió herirlo con un arma corto punzante con este desenlace fatal”, explicó el uniformado.
Según relato el comandante, fue la misma mujer la que, con ayuda de los vecinos intentó auxiliarlo, por lo que se comunicaron con la policía, sin embargo, a la llegada de las autoridades al lugar, se encontraron con que el cuerpo del hombre ya no registraba señales de vida.
Según el togado que tomó las respectivas decisiones frente al caso de Carmenza María Guerrero Ortiz, la mujer, aunque no aceptó los cargos de homicidio agravado, se entregó, no huyo de la escena del crimen, y justificó con razones válidas que los hechos serían consecuencia de un acto de defensa personal.