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La Confianza Privada es el éxito de la Política Social. El riesgo tributario.

El Gobierno Nacional tiene razón en que Colombia está obligada a superar la pobreza y a construir equidad. Para estos fines el obstáculo no ha sido el tributario, salvo cuando han derramado impuestos excesivos. Han existido otras causas como la violencia, el narcotráfico, el burocratismo, la evasión y la corrupción.
El bajo recaudo comparativo frente al PIB no puede tapar la alta carga que pagan los contribuyentes cumplidos. Y debe anotarse el pare y siga frente a la inversión privada que cuando está creciendo aparece la manía de frenarla.
La propuesta de reforma tributaria puede dar recursos adicionales durante unos años pero golpea al emprendimiento privado y en un tiempo secaría la fuente y traería más deterioro social.
Mirándola desde la fuente de recursos la reforma maltrata a los sectores medios y populares de dos maneras: con impuestos a consumos del ciudadano raso y al ingreso de salarios medios de personas que empiezan a ascender, y de otro lado con gravámenes a personas naturales, a
empresas, dividendos, ganancia ocasional y patrimonio, que al atemorizar a la inversión afecta a quienes necesitan fuentes de empleo, oportunidades de ascenso y dinamismo económico para emprender.
Para mencionar apenas dos casos tomados de expertos: la reforma aumenta el impuesto a las personas naturales entre el 7,5% y el 64,% y en cuanto a las empresas, sin entrar a distinguir
entre aquellas con accionistas nacionales exclusivamente o con socios extranjeros, la tributación se sitúa entre el 49% y el 90%. Así ¿para qué trabajar o invertir en Colombia?
Y por qué este afán de reforma tributaria si lo que está ocurriendo en recaudos es promisorio. Este año pueden ser superiores a $202 billones frente a un presupuesto inicial de $183 billones.
ALVARO URIBE VELEZ