Internacional
La Gran Tendencia el Periodismo Gastronómico

Hacer periodismo gastronómico es difícil, en especial porque comer afuera no es barato, pero es necesario para contar historias y entender las tendencias culinarias. Sin embargo, es gratificante porque esta labor es clave para impulsar la cocina de un país y educar al comensal. El salmón, que normalmente se importa de Noruega, es rico, pero tiene un impacto fuerte en la huella de carbono. Es decir, la cantidad de recursos naturales que se requieren para la elaboración o producción de un bien o servicio.
La importación de este pescado, que recorre miles de kilómetros, tiene un alto costo ambiental. Además, Colombia tiene variedades de peces propios en la Costa pacífica, atlántica y Amazonía, por lo que importar una variedad de este tipo es solo un capricho, que no apoya a la gastronomía local. Por eso cuando un ‘foodie’ sube un plato de salmón como una recomendación, debería preguntarse el impacto de esa publicación, en la que quizá sus seguidores sigan su ejemplo de comer este codiciado pez. Pero que no aporta en el desarrollo de la cocina local.
Ser ‘foodie’ (Es un término para una clase particular de aficionados a la comida y a la bebida, la palabra inglesa fue creada en 1984) también requiere responsabilidad porque ganan miles de seguidores, pero no todos están dispuestos a comunicar con responsabilidad. En cambio, el periodista gastronómico tiene una tarea de ser un eje en el impulso de la gastronomía de un país.
Instagram, Snapchat, incluso Facebook se alimentan con fotos de platos deliciosos. Son imágenes subidas por personas que aman comer bien, autodenominadas ‘foodies’, que van de aquí para allá probando los mejores platos. Sus fotos, tentadoras, tienen explicaciones como: salmón a la parrilla con salsa de anguila u espárragos al vapor como un buen Plato de Frijoles que para muchos parce algo común es un plato riquísimo en determinado restaurante y su precio es tal.
Estas cuentas son valiosas para seguirlas porque dan tips, pero ser foodie no es ser periodista gastronómico. El periodista tiene una responsabilidad de informar y su trabajo tiene un propósito, más allá del de comer rico. Es decir, contar historias, entender el papel de la gastronomía como un motor de desarrollo social, involucrar al agricultor, sentirse orgulloso de las técnicas ancestrales y forjar la relación con chefs y cocineros que impulsan la cocina de un país. Además, el periodista debe cumplir, con rigidez, el no recibir comida gratis en restaurantes, porque si no se compromete la ética, un factor clave para hacer periodismo.
La gobernación del Cauca desea que pocos puedan aprender el buen arte de difundir el buen comer esperemos que Cauca Extremo tenga el placer del arte de exponer en letras los olores, sabores y colores del arte del buen comer