Destacado
Lo malo es no estar en la Rosca : la pareja que protagonizó escándalo de corrupción en Presidencia

Andrés Mayorquín y Karen Váquiro , marido y mujer inmersos en el escándalo de presuntas irregularidades en contratación por la aparente violación de régimen de inhabilidades, dieron sus versiones y aseguraron que han actuado con total honradez.
«Aquí no se ha robado un peso, todo se ha formalizado y presentado conforme a la ley, Mi actitud de haber negado mi sociedad conyugal vigente está en un proceso de investigación y en efecto lo reconozco. Si lo hice fue por no buscar que Andrés estuviera allí, para que no se dijera que yo estaba por él «, dijo Karen Vakiro, quien aseguró que se ganó los contratos a punta de esfuerzo y no «de cara bonita ni recomendaciones».
«Soy de las mujeres que siempre busco estar adelante no quedarme estancada. Si hay oportunidades, yo toco puertas, insisto. Ese es el gran secreto de todo esto. La realidad es que hay una mujer», sostuvo Váquiro.
De acuerdo con Mayorquín, desde antes de trabajar en la Presidencia de la República, su esposa ya tenía contratos.
«Ella (Karen Váquiro) tenía contratos en el Fondo Económico desde febrero, mucho tiempo antes de que yo entrara a trabajar. Y no solo allá, también trabajaba en la ANP y en la Agencia de Desarrollo Rural. Por Dios santísimo, las personas tienen derecho a trabajar y en ese orden de ideas ella empezó a crecer», sostuvo.
Mayorquín aseveró que si bien cree que no cometió ninguna ilegalidad contractual, pide disculpas públicas por meter en un embrollo de este calibre al primer mandatario y a Correa. También lo hizo con el alcalde de Cartagena, William Dau, pues aunque manifestó que no recuerda haber enviado mensajes de Whastapp al alcalde para recomendar el trabajo de su esposa, prefirió dejar por sentadas sus excusas si sobre pasó límites.
“No está mal equivocarse y pedir perdón, y le quiero pedir perdón al alcalde Dau si interpretó eso”, indicó, recalcando en que no tenía conciencia de que el funcionario lo hubiera bloqueado por este presunto episodio.
“Quiero pedirle perdón al presidente, a la jefe de gabinete, a mi equipo de trabajo, a la gente que estuvo conmigo moliendo hombro a hombro por este país. Creo que por mi culpa el nombre de gente impoluta se pudo haber afectado”, expresó Mayorquín. En esa misma línea habló Váquiro. Sin embargo, ambos se mantuvieron en la idea de que no cometieron irregularidades.
Karen Váquiro dijo que, a pesar de tener tanta experiencia en contratación con el Estado, de tener una maestría encima y otros estudios, negó tener una relación con Mayorquín por “desconocimiento” y no porque quisiera evitar que el Estado supiera que estaba inhabilitada para algunos contratos por el conflicto de intereses entre ella y su esposo.
“Desgraciadamente, pequé por inocencia, por desconocimiento de las leyes contractuales, específicamente que rigen al sector público. No tenía idea de que estaba inhabilitada para trabajar en el mismo lugar que mi esposo”, aseveró.
“Si yo hubiera sabido, ustedes creen que racionalmente iba a buscar trabajar en ese lugar. Si por alguna razón dije que no tenía pareja conyugal fue simplemente por no utilizar el nombre de Andrés, por siempre querer mostrar mi independencia, para que la gente no dijera ‘ah es que ella es esposa de Mayorquín, está bien palanqueada’”, reiteró para enfrentar las contrapreguntas de los y las periodistas.
“Bruta no soy, pequé por desconocimiento. Los contratos se fueron ganando a medida que iba avanzando con mi trabajo”, recalcó para defender su nombre. Ambos declararon que responderán ante la justicia y acatarán las consecuencias de sus “imprudencias”.
Les abren investigación
La Procuraduría General de la Nación ordenó la apertura de investigación disciplinaria a Andrés Mayorquín Bocanegra, exasesor del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, por posible tráfico de influencias y otras conductas.
El órgano de control busca establecer si Mayorquín Bocanegra también habría incurrido en la violación al régimen de inhabilidades e incompatibilidades y/o conflicto de intereses, al ser adjudicados contratos a su esposa, Karen Vaquiro, en distintas entidades estatales.
El Ministerio Público adelanta esta actuación con el fin de determinar la ocurrencia de las conductas presuntamente irregulares, las circunstancias de tiempo, modo y lugar en las que se cometieron, así como concluir si se constituyen o no en faltas disciplinarias.
Es de señalar que, de manera preliminar, la condición de Vaquiro no permitiría dar inicio a una actuación disciplinaria en su contra, por no ser sujeto disciplinable, como lo señala el Articulo 25 de la Ley 734 de 2002, “son destinatarios de la ley disciplinaria los servidores públicos, aunque se encuentren retirados del servicio y los particulares contemplados en el artículo 53 del Libro Tercero de este código”.
Sin embargo, si en el transcurso de la investigación que le ocupa a la Procuraduría se evidencia que asumió funciones públicas, la Entidad procederá con su vinculación formal a la investigación.
Por su parte, el exasesor Mayorquín Bocanegra tiene derecho a ser escuchado en diligencia de versión libre y espontánea y aportar las pruebas que considere pertinentes.