“Que el sacrificio hecho por miles de colombianos no sea desconocido para las futuras generaciones…” frase institucional de la policía nacional que enmarca el reconocimiento a las víctimas del conflicto armado, vidas que se ofrendaron en el cumplimiento del deber.
Asi debe quedar en la memoria de los colombianos y de los santandereanos, quienes por décadas han visto pasearse a la muerte vestido de guerrilla, de autodefensa, de delincuencia común, para llevarse por delante a quienes en el cumplimiento del deber, vigilan el orden, la justicia y la tranquilidad para todos, la Policía Nacional.
En buena hora, el 9 de abril quedó institucionalizado como fecha memorable según la Ley 1448 de 2011, el Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas. Una fecha que no busca escarbar en el dolor ajeno, ni revictimizar sino que por el contrario busca rendir un homenaje porque la cuota de dolor y muerte supera los cálculos.
Según estadísticas a 2017, el conflicto armado en Colombia ha afectado directamente a 8.376.463 personas según el Registro Único de Víctimas – RUV, 8.074.272 corresponden a “víctimas del conflicto armado”, 302.191 a la categoría “víctimas sentencias”. De las 8.074.272, 7.134.646 son casos de desplazamiento, 983.033 homicidios, 165.927 desapariciones forzadas, 10.237 torturas y 34.814 secuestros, entre otros hechos.
Entre los fríos números están ellos, los héroes anónimos, quienes dejaron este mundo forzosa e inesperadamente para engrosar las estadísticas, que posiblemente pocos cuentan o recuerdan quienes eran, pese a que cuyos actos habían sucedido en medio de la cotidianidad de la vida de los corregimientos, municipios y ciudades que conforman el departamento de Santander, sus provincias y en especial el área metropolitana de Bucaramanga.
El Departamento de Policía Santander y la Policía Metropolitana de Bucaramanga, han destinado en sus agendas un espacio para desarrollar actividades que tienen como finalidad dignificar tanto al personal activo, en uso de buen retiro y sus familias víctimas del conflicto armado interno, actividades donde el Ministerio Publico, las autoridades político administrativas y la sociedad civil visibilicen y expresen un mensaje de solidaridad, con quienes en carne propia han sufrido los estragos de la violencia de este país.
Un capítulo especial
• “El 9 de abril de cada año, se celebrará el Día de la memoria y solidaridad con las Víctimas y se realizarán por parte del Estado colombiano, eventos de memoria y reconocimiento de los hechos que han victimizado a los colombianos y colombianas”.
• Artículo 3, parágrafo 1, de la Ley 1448 de 2011 y complementado con el artículo 5 de la Ley 975 de 2005, se fijó en el ordenamiento jurídico colombiano la definición de víctimas de los miembros de la Fuerza Pública y sus familias, así:
• “(…) se considerarán como víctimas a los miembros de la Fuerza Pública que hayan sufrido lesiones transitorias o permanentes que ocasionen algún tipo de discapacidad física, derechos fundamentales, como consecuencia de las acciones de algún miembro de los grupos armados organizados al margen de la ley. Así mismo, se tendrán como víctimas al cónyuge, compañero o compañera permanente y familiares en primer grado de consanguinidad, de los miembros de la Fuerza Pública que hayan perdido la vida en desarrollo de actos del servicio, en relación con el mismo, o fuera de él, como consecuencia de los actos ejecutados por algún miembro de los grupos armados organizados al margen de la ley.”
La razón de ser de la Mebuc
Aterrizando el tema de este especial es preciso conocer en qué momento llegó la Policía Metropolitana de Bucaramanga, ya que sus labores como policía seguían cumpliendo se a cabalidad y fueron ellos los testigos de una de las olas de violencia más crudas en mucho tiempo, en Bucaramanga y su Área Metropolitana, donde muchos uniformados fueron víctimas de emboscadas, ataques con explosivos, asaltos y muchas formas más de violencia que cobro sus vidas o les dejo heridas y traumas en cuerpo y mente.
Es asi como mediante resolución Nro. 0602 del 25 de febrero de 2008, en instantes que se desempeñaba como director de la Policía Nacional, el señor Brigadier General Oscar Adolfo Naranjo Trujillo y como comandante de la unidad el señor Brigadier General Orlando Pineda Gómez, se consolidó su creación:
ARTICULO 1. Crear la Policía Metropolitana de Bucaramanga (MEBUC), con la misión de contribuir a la satisfacción de las necesidades de seguridad y tranquilidad públicas, mediante un efectivo servicio, fundamentado en la prevención, investigación y control de delitos y contravenciones, generando una cultura de solidaridad que permita el mantenimiento de las condiciones necesarias para que los habitantes dentro de la Jurisdicción de esta unidad, puedan ejercer sus derechos y libertades públicas.
Orígenes de la policía
• El primer cuerpo de gendarmería de Colombia fue creado mediante la Ley 90 del 7 de noviembre de 1888, sancionada por el presidente Carlos Holguín, quien asi mismo, sancionó la Ley 23 de octubre de 1890, norma que permitió contratar en Francia los servicios del comisario Juan María Marcelino Gilibert.
• En 1891, el gobierno organiza un cuerpo de Policía Nacional.
Las historias previas y recordadas
Los titulares de prensa de los diarios de circulación regional en las décadas de los 80’s y 90’s reseñaron en sus páginas, historias y casos que se quedaron no solo en el papel, sino que sin querer pasaron a formar parte de las estadísticas con las que el Estado sumó un número importante para honrar y dignificar en fechas como la del 9 de abril.
Bajo tierra santandereana yacen las tumbas de centenares de patriotas vestidos de gloria quienes dejaron escritas a la vista de todos páginas escritas con sangre y heroísmo de Policías caídos en cumplimiento del deber, verdaderos mártires, cuya valentía ya no se queda en el olvido, porque viven en la memoria de quienes les recuerdan, de quienes oran por ellos y ellas y de quienes han narrado sus vidas y casos.
Los siguientes son ejemplos de noticias y titulares que no buscan revictimizar, que no quieren ahondar en el dolor y el recuerdo de sus familiares, amigos cercan y seres, solo buscan hacer la memoria respetuosa y sentida de aquellos oficiales, suboficiales, patrulleros o intendentes que un buen dia sacaron la valentía y evitaron que los malos fueran más:
• Hay historias como la del 28 de noviembre de 1988, donde la policía volvió a neutralizar al Epl quitándole a un secuestrado en Bucaramanga y matando a dos guerrilleros, pero el cabecilla ordenó matar a dos policías y un soldado que había tomado prisioneros. Los hechos se dieron en represalia por el abortado secuestro del comerciante Jaime Dueñas Ramírez.
• El 28 de octubre de 1997 fue atacada con explosivos una patrulla de la Policía de Carreteras, que ayer transitaba por la vía Piedecuesta- Los Curos, como fruto de ello un agente murió y dos más resultaron heridos. al ser atacada con explosivos una patrulla. Este atentado terrorista fue atribuido inicialmente al ELN, se produjo en el sitio las Palmas a las 8:35 de la mañana.
• El 31 de julio de 1995 cuando desactivaba una bomba que el Ejército de Liberación Nacional, ELN, había puesto en el costado occidental de la cabecera municipal de Piedecuesta, pereció el técnico agente anti-explosivos de la SIJIN. La agrupación guerrillera armo a las 7 y 15 de la mañana una carga de pólvora negra, en la parte alta de la urbanización Bariloche. En el artículo de prensa dice que por panfletos dejados en el ascenso hacia la estatua de la Virgen de las Canteras, donde se hallaba una gigantesca bandera del ELN, la Policía pudo advertir la posibilidad de un campo minado. Se pidió apoyo al grupo antiexplosivos de la SIJIN, que al hacer una inspección constato la existencia de dos bombas más.
• En el Barrio San Luis, de Bucaramanga, el 16 de julio de 1995 Dos terroristas destrozaron ayer con una granada de fragmentación a una suboficial de la policía, en ataque perpetrado contra una patrulla que cumplía con una ronda de vigilancia en el Barrio San Luis de Bucaramanga.
• Fue la vida de la cabo segundo Fanny Rojas Gómez de 24 años, quien tenía dos años al servicio de la institución, y ostentaba el grado de cabo segundo. Era oriunda de Málaga.
• 18 de noviembre de 1992, en la vía Floridablanca- Piedecuesta se convirtió, en la presente semana en escenario de alteraciones de orden público. Tras el hostigamiento a la estación policial del barrio la Cumbre, el pasado martes, los insurgentes arreciaron sus acciones violentas contra miembros del Ejército y Policía, en la citada carretera.
• Un petardo de regular poder explotó en la madrugada de ayer a la entrada de Piedecuesta, en momentos que una patrulla de la Policía de esa localidad transitaba por el sitio. Según vecinos del lugar el artefacto exploto a las 2 y 50 minutos de la madrugada del domingo, frente a la hacienda la Argentina, donde funciona un trapiche. Esto ocurrió el 11 de febrero de 1991
• 22 de julio de 1990, dos agentes de la Policía Vial y uno del Cuerpo Antiextorsión y Secuestro (CIAES) y tres civiles muertos, además de un uniformado herido, fue el saldo que arrojo la emboscada de que fue objeto dos patrullas de la Policía Nacional y un vehículo particular, a 22 kilómetros de Bucaramanga en la jurisdicción del municipio de Lebrija. El hecho fue perpetrado por una columna insurrecta, al parecer perteneciente al autodenominado Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Asi como estas, son muchos más los hechos que datan de una época que increíblemente se pensaría paso en Bucaramanga o alguno de los municipios del Área metropolitana. Pero fue cierto, fue asi, y en un buen momento de la misma historia el Estado fortaleció esta parte del país para darle mejores garantías de seguridad a los ciudadanos del común, de aquellos que van a sus trabajaos y oficinas, de los que van a las escuelas, colegios y universidades, de aquellos que van a la tiendo o supermercado, de aquellos que van a un parque o visitan el teatro. La Policía Metropolitana de Bucaramanga llego en el 2008 para empezar a consolidar resultados operativos contundentes, para ser coequiperos de los fuerzas militares de manera conjunta coordinada e interagencial en operativos especiales que dieron golpes decisivos en favor de la paz y la tranquilidad.
La Policía de hoy, recuerda el ayer y le rinde honor
Casi cuatro décadas después de su nacimiento, mediante la Ley 72 de 1930, a los policías –igual que a los militares y a las unidades de policía municipales y departamentales– les quedó prohibido ser deliberantes. Esto con el fin de apartar a sus miembros de la lucha partidista en la que se enfrentaron liberales y conservadores y de la que la Policía no fue ajena. Aquí empezó el primer paso de la evolución.
En el gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla, considerado uno de sus ilustres hombres, se dispuso que la Policía pasara a ser el cuarto componente de las Fuerzas Armadas –al lado del Ejército, Armada y Fuerza Aérea–, se crearon los grados y se establecieron los requisitos para ascender.
En ese periodo también se permitió que las mujeres pudieran ingresar a la Policía, que además pasó a depender del Ministerio de Guerra (hoy Ministerio de Defensa). Así fue hasta el intento golpista encabezado por el teniente coronel Hernando Forero Gómez que buscaba devolverle el poder a Rojas Pinilla, quien lo había entregado a una junta militar.
A raíz de estos hechos, la junta militar decidió entregarles en 1958 la dirección de la institución a sus propios miembros, y como director designó al teniente coronel Saulo Gil Ramírez Sendoya. Un año después, el gobierno de Alberto Lleras Camargo nacionalizó la Policía, con lo que todas las unidades municipales y departamentales entraron a depender de un solo mando, como lo sigue siendo hoy en día.
En las últimas décadas, la Policía Nacional siguió evolucionando y adquirió estatus constitucional como fuerza de naturaleza civil, pero también empezó a enfrentar nuevos desafíos, como hacer parte de misiones humanitarias de Naciones Unidas y la guerra contra el narcotráfico, el secuestro y la extorsión, hechos que la convirtieron en un referente internacional y la han llevado a ser miembro destacado de las diferentes organizaciones de policías que existen actualmente en el mundo.
UNIPEP
Con el fin de garantizar los objetivos y la misión constitucional, el mando institucional propone la creación de la UNIPEP, “Unidad policial para la edificación de la paz” su misión articula los esfuerzos encargados de operacionalizar y diseñar las estrategias para afrontar los roles del acuerdo de paz.
Consiente de los desafíos en el ámbito nacional e internacional, la Policía Nacional expide la resolución 01710 del 22 de abril del 2016, creando esta unidad, con la misión de direccionar, articular y operacionalizar las acciones correspondientes a las líneas de gestión del servicio de Policía, análisis jurídico, víctimas del conflicto armado; historia, memoria histórica y contexto para la ejecución de los compromisos y responsabilidades misionales y complementarias relacionadas con el cese al fuego y hostilidades y a la implementación de los acuerdos finales de paz.
El reciente modelo de Policía para el posconflicto, está integrado por 3.000 de los mejores policías de la patria, pertenecen a la Subdirección General de la Policía Nacional y son liderados por el señor Brigadier General Álvaro Pico Malaver.
Es el inicio en la construcción de la memoria histórica institucional y dignificación a los policías que han sido víctimas del conflicto armado, el 23 de noviembre del 2017 la UNIPEP develo el monumento Edificadores de Paz, significa: es un rostro ‘sin rostro’ de la Policía, que en el centro guarda a Colombia con un sentido de custodia y dentro de ese sentido, se enmarca el sacrifico de esos hombres y esas mujeres que entregaron su vida en medio del conflicto”.
El monumento “Edificadores de la paz” fue diseñado por la artista Lina Valentina Barrera, con autoría de la UNIPEP y fabricado en bronarte de la ciudad de Bogotá. El monumento emblemático se instalará en departamentos donde uniformados perdieron la vida en cumplimiento del deber.
Sacrificados pero no olvidados, asi debe ser. Pero lo ideal es que no suceda nunca más, “Que el sacrificio hecho por miles de colombianos no sea desconocido para las futuras generaciones…” frase institucional que adoptó la institución para enmarcar el reconocimiento a las víctimas del conflicto armado, vidas ofrendadas en el cumplimiento del deber.