La región del Catatumbo atraviesa una de las peores crisis de seguridad, marcada por la intensificación de los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Farc, conocidas como el grupo de «Calarcá». Hasta la fecha, más de 30 personas han sido asesinadas, incluidos cinco firmantes del Acuerdo de Paz, y al menos 70 familias han sido desplazadas.
La violencia también ha forzado la salida de varios alcaldes de la región, quienes temen por su seguridad. Ante este panorama, el presidente Gustavo Petro tomó la decisión de suspender temporalmente la mesa de diálogo con el ELN y anunció el envío de 300 soldados adicionales al Catatumbo para reforzar la seguridad y proteger a la población civil.
Emergencia por desplazamientos
El alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, declaró el estado de emergencia en la ciudad para atender a las familias desplazadas que buscan refugio. «Desde la época de los paramilitares no se vivía algo similar en la región», afirmó Acevedo, quien además pidió al Gobierno Nacional mayores recursos para enfrentar la crisis humanitaria.
El Catatumbo, una zona estratégica por su ubicación y presencia de cultivos ilícitos, ha sido históricamente escenario de confrontaciones armadas. Sin embargo, la actual escalada de violencia pone en riesgo los avances en materia de paz y la estabilidad de las comunidades del sector.