En la noche del 2 de noviembre, un atentado con explosivos sacudió el Complejo Carcelario y Penitenciario (COJAM) de Jamundí, Valle del Cauca. El ataque, realizado con una granada presuntamente lanzada desde un dron, se dirigía a un interno que regresaba al penal tras un permiso de salida. Según las autoridades, el violento suceso dejó dos personas heridas: un acompañante del recluso y un ‘motorratón’ que se encontraba en las inmediaciones.
La Alcaldía de Jamundí informó a través de su cuenta en X que el incidente no fue un ataque dirigido contra la población general, sino un hecho puntual enfocado en el recluso que ingresaba al recinto penitenciario. “Este ataque, con una granada, no estaba dirigido a la población”, puntualizó la administración local.
Tras la detonación, la Policía y los equipos de seguridad del municipio acudieron al lugar para controlar la situación. Los heridos fueron trasladados a centros de salud cercanos para recibir atención médica urgente, mientras se reforzaron las medidas de seguridad en la zona.
El ataque se produce en un contexto de alta tensión en Jamundí, que en las últimas semanas ha experimentado actos violentos relacionados con la presencia de grupos armados en la región. No obstante, la Alcaldía subrayó que este incidente no constituye un atentado contra la Fuerza Pública ni la población general del municipio.