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“Nadie lo Baja de su Trono” : Nada tiene que ver con la Violencia, la lucha anticorrupción

Lucha anticorrupción ha trastornado a la población constantemente por los múltiples casos que aparecen de corrupción la cual hemos tenido que ver en nuestro país y que genera indignación y hasta vergüenza al darnos cuenta que estos actos bochornosos son causados por personas que ocupan altos cargos en la administración pública y que en muchos de ellos son dirigentes, políticos y líderes que influyen en la decisiones del gobierno.
Hasta el punto de quienes los han elegido lleguen a “decir que no tienen nada ver en relación con los hechos” pero la realidad y la evidencia afirman que sí; lamentablemente si hay poder y dinero, sales bien librado, esta es la realidad de Colombia, la ley del más poderoso. Ahora bien, esta realidad nada tiene que ver con la violencia, pues la lucha anticorrupción es el objetivo de personas que quieren cambiar la historia.
Si, cambiar la historia, ¿cómo se podría cambiar la historia? Logrando la eficiencia y la eficacia en la administración pública, basados en los “muy gastados” principios y valores, pero sí, es la única manera, ya es hora que logremos que los recursos sean administrados por personas integras que muestren con hechos sus palabras o sus promesas.
Así esta conducta no sea muy bien aceptada por la política tradicional, esta persona debe lograr cristalizar las acciones de su plan de gobierno con efectividad, nadie en mi parecer, que quiera su país se opondría a esto. Pero lo que nada tiene que ver es que esta persona de carácter, de principios, de valores (respeto, humildad, lealtad, responsabilidad, honestidad…) siendo una persona íntegra en su actuar pueda siquiera llegar a pensar en reconocer que la violencia es la única arma que puede usar para combatir la corrupción, preocupante.
La violencia es utilizada por personas que realmente no buscan el bien de la colectividad, pues dirigente que recurre en sus acciones a la agresividad justificando que es la forma eficaz de combatir la corrupción, podría decir -como se conoce popularmente- es una persona “maquiavélica”. Concepto de maquiavélico: “Persona que actúa con astucia y perfidia para conseguir sus propósitos”, así tenga que pasar por encima del que le toque.
Comparemos a muchos líderes que con violencia quisieron lograr sus objetivos. Entre ellos está Adolf Hitler, se recuerda por el dolor que causó y lo peor es que había personas que lo seguían y casi logra sus metas a pesar que fue totalmente negativo para la colectividad. Pero también hay muchos que con principios y valores lograron cambiar la historia, entre ellos Nelson Mandela, con verdaderos resultados de cambio y modelo a seguir.
La definición de Darwin (1872) es importante, donde “el cual concebía la actitud como la expresión física de una emoción”. Lo preocupante es que si el modelo que tenemos de autoridad, en estos casos las autoridades de un municipio, de un departamento o del país, conciben la violencia como conducta a seguir para imponer su autoridad, esta sería alarmante.
Razón a ello Znaniecki entiende por actitud “un proceso de conciencia individual que determina la acción posible o real del individuo en el mundo social, traduciendo a que se estaría contemplando la actitud como un proceso subyacente que orienta la conducta social”, ósea, orienta la conducta a seguir.
Es aquí donde irresponsablemente muchas personas por influencia social terminan “inclinando” sus conductas asertivas a conductas correlacionadas a actitudes agresivas propias de un modelo de enorme potencia como es la violencia y este se toma como instrumento sobre el comportamiento en la vida cotidiana entre individuos, grupos y colectividades, es decir “la relación es directa entre la actitud y la conducta”.
Pensemos un poco en las enormes cantidades de dinero invertidas en medios de comunicación, muy conocidos y usados por la mayor parte de la población en el mundo, como lo es Facebook, WhatsApp, Twitter, Instagram… donde hacen maestría en campañas agresivas que permiten vender un producto, sea bueno o malo, esto es la traducción del famoso marketing político.
Entonces la lucha anticorrupción puede ser un “escampadero” que viene relacionado a un método, una estrategia la cual es lograr que su discurso sea importante para las personas, es decir, hablar lo que el pueblo quiere escuchar, es más, hablar lo que el pueblo necesita escuchar. Para los fuertes en marketing político en este momento el discurso de lucha anticorrupción es el mejor escampadero de los “lideres” actuales, entre ellos los nuevos y los viejos, porque si lo sabe mantener y habla de lo mismo todo el tiempo “nadie lo baja de su trono” lo que quiere decir que mantiene sus votos.
Ejemplo. Pregunta: ¿Qué se está haciendo por la salud? Respuesta: “Luchando contra los corruptos y ladrones”… Pregunta: ¿Qué se está haciendo por mejorar el empleo? Respuesta: “Luchando contra los corruptos y ladrones”. Pregunta: ¿Qué se está haciendo por la educación? Respuesta: “Luchando contra los corruptos y ladrones” Pregunta : ¿Qué se está haciendo con el Nepotismo? Respuesta: “Luchando contra los corruptos y ladrones” y así, a eso se le llama “escampadero”, sostener el mismo discurso, el que necesita el pueblo, pero la realidad es que no está haciendo nada por resolver las necesidades las cuales esconde con sus muy lujosos medios de comunicación. Traducción: Publicidad muy costosa y buena publicidad.
Por esto aquella frase “la política es más peligrosa que la guerra, porque en la guerra solo se muere una vez”: Winston Churchill.
Entonces un político que diga serlo o no, tendrá su método que le permita ganar su “guerra” y mientras tanto el pueblo influenciado por esta conducta social, le cree, lo sigue, hasta lo idolatra, pero sigue sufriendo en su realidad la desigualdad social.
Por: Laura María Jaimes Muñoz