La inscripción de las listas de candidatos para la Cámara de Representantes en el Cauca, dejó en varias de ellas una sensación de improvisación y falta de liderazgo en la región.
En nuestro concepto, los grupos políticos tradicionales se han fortalecido y han ganado más poder, mientras que las que se denominan nuevas fuerzas o alternativas han perdido el pulso en esta primera fase.
Ese envión inicial que lograron tras las elecciones de octubre del 2019 se ha venido enfriando y muchos ven que siguen las mismas prácticas de las clases politiqueras a quienes dijeron reemplazar.
Aunque obviamente esto debe refrendarse en las urnas el próximo 13 de marzo, tras las protestas sociales de abril y mayo, se creía que podría haber una mayor participación de jóvenes en estas inscripciones, buscando desde la democracia cambiar todo aquello que gritaban en el Cauca pujante, bello y las demás calles del país.
Por el contrario, muchos de ellos decidieron unirse a las figuras de siempre, a lo mejor buscando espacios de representatividad más fuertes.
Sin haber siquiera puesto el primer pasacalle, muchos dan ya como ganadores a ciertas listas apoyadas por grupos políticos muy fuertes, con estructuras y maquinarias ya conformadas, con miras a cumplir compromisos o buscar gobernar en cuerpo ajeno en las elecciones territoriales de 2023.
De ahí la importancia de que en medio de un ambiente tan inquietante de polarización, esta vez no seamos apáticos a la contienda electoral. Esas predicciones de listas que ya se dan como ganadoras o consolidación de grupos territoriales, a manera de gamonales en los municipios, solo puede verse frustrada a través de votos conscientes.
Otra historia serán las curules de paz las cuales muchas se permearon con candidatos de aquellas estructuras electorales que han dañado al departamento del Cauca . Una disputa política que tendrá como escenario las antiguas zonas de conflicto aún con mucha influencia de grupos ilegales, los cuales siguen rondando esos territorios. Allí también muchos politiqueros tradicionales de zonas apartadas buscarán quedarse con las curules que les pertenecen a las víctimas y la inscripción de “listas extrañas” así parece corroborarlo.
Sobre eso también las veedurías y los medios de comunicación debemos estar atentos, para ponerle el ojo a eventuales delitos que se pueden conocer antes de las elecciones para nadie es ocultos que alguno “Medyos de comunicación” se crearon es para callar las embarradas de los famosos Capos de las industrias electorales y otros tan solo “Proclaman Independencia” embriagados de la forma que manosean a su audiencia mostrándose honestos y transparentes los cuales siempre buscan encabezar los dineros que pertenecen a los medios de comunicación tomando la mejor tajada de estos .
Pero esa es la democracia que nos correspondió. De manera oficial empieza una carrera para, como decimos cada cuatro años, cambiar el Congreso de Colombia, que tiene una de las imágenes más negativas en Latinoamérica, la cual ha impregnado a otras instituciones del país. Nuestra obligación ciudadana como medio de comunicación es demostrar el poder del voto individual y libre.