Las mujeres eran explotadas sexualmente en el centro de diversión Pink Pony Bar, lugar que ya fue clausurado. El dueño de este establecimiento es Jarvis Guerra Rodríguez un dominicano-estadounidense, quien fue condenado a 25 años de prisión, sentencia emitida por el Primer Tribunal Colegiado de la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional.
La PGR destacó en un comunicado que esta es la primera condena a pena máxima, 25 años de reclusión, por un caso de trata de personas que se emite en el Distrito Nacional, centro de la capital de la República Dominicana.
Por este caso, el tribunal también condenó, pero a 20 años de reclusión, a Ángela Isaura Campusano Santos, empleada del citado establecimiento, agregó el comunicado.
Además, ordenó pagar unos 9.200 dólares a cada una de las víctimas como indemnización, así como el decomiso de todos los bienes muebles e inmuebles que les fueron incautados a los acusados durante el proceso de investigación.
La investigación realizada por las autoridades señala que el hombre condenado se valió de varios contactos que tenía en Venezuela para captar a las mujeres, ofreciéndoles trabajar en una discobar, pero luego las explotaba sexualmente “aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad, con restricción de su libertad y utilizando coacción en su contra”.
Foto tomada de la web.