Juan Manuel ha dedicado su periodo presidencial a molestar la paciencia de millones de colombianos. No ha habido un minuto de tranquilidad y armonía desde que fue investido como Primer Mandatario en 2010. Seis años de suplicio que muy seguramente le perdonaremos algún día; no hay mal que dure cien años, no hay pueblo que lo resista. Es tu oportunidad de irte y responder al clamor, Santos déjanos en paz.
Su obsesión por hacer el mal es sistemática. No hay una semana que no hace algo en contra de los millones de personas que sin ser ‘uribistas’ o ‘santistas’, ven los quehaceres presidenciales. Su más reciente hazaña fue lograr la reunión del Secretario de Estado de los Estados Unidos con la Cúpula de las FARC que ahora son colombo-cubanos.
Hubiera sido un gesto aceptable si la reunión hubiera sido conjunta con los empleados del gobierno para tal fin, pero él y sus andanzas, planeó todo para que fueran reuniones secretas, sin testigos sin prensa. Quién sabe qué tantas mentiras le dijeron a Kerry sin temor alguno pues culparán al traductor. Falta ver si desde la Casa Blanca en estos días sueltan a Simón Trinidad y en su lugar usan esa celda para encarcelar al perseguido político, Oscar Iván Zuluaga.
Entregó la defensa de la soberanía a unos abogados y a una politóloga. La misma señora Holguín que dejó ir empresas multinacionales, le cerraron la frontera en Venezuela y que ahora le entrega aguas a otro aliado del comunismo internacional. Creen que retirándose de los tribunales hacen mucho, cuando es como el niño malo que no va a coordinación, tarde o temprano le pasa algo. Daniel Ortega seguirá buscando ese pedazo de Colombia, no para el pueblo nicaragüense sino para vender la idea de un canal interoceánico a sus amigos chinos.
Tan solo una semana antes había cometido nepotismo en frente de todo el país. Envió a su propio hermano -no sabe el país en calidad de qué- a negociar con plenos poderes en nombre del pueblo colombiano. Es decir, ensayan el modelo cubano donde dos hermanos gobiernan un mismo país. Si fue en calidad de empleado público, ¿por qué no muestran cuanto le pagaron? Si fue con una encomienda de su hermano, ¿por qué no se destapan y dicen que ahora es Enrique el nuevo Vicepresidente y listo? Si iba por parte de la contra parte, entonces que se acredite. No valieron de nada las peticiones de los estamentos de control ni de las personas. Reiteramos, Santos váyase de la Presidencia. Santos renuncie ya.
Previamente se había inventado una manera muy inteligente de salir todos los días en franja prime time. Aparece quitándole su empleo a “Tal Cual” diciendo cada día cuanto ahorraron o no “los sinvergüenzas colombianos”. No demoran en quitar el Minuto de Dios y poner el minuto por la paz. Mientras eso, aparece Santos con un bombillo diciendo que si no le siguen la corriente van a ir al apagón. Claro que media la amenaza de un decreto que debemos revisar para demandarlo, pues quieren tener al país pensando en apagar los bombillos para que nadie piense en el por qué mañana 23 de marzo no se firma nada al fin.
Senadores del Centro Democrático denunciaron también que planea vender cientos de empresas robustecidas por el anterior gobierno para aumentar su flujo de caja menor. Su última misión, señor Mauricio Cárdenas antes de ser Embajador, será vender Ecopetrol. Previamente pusieron a un Presidente que la llevara a pique para que sus amigos economistas justifiquen la venta por improductiva. A los accionistas les robaron los dividendos del 2015 y anunciaron despidos y recortes.
Vender Isagén para pagar favores políticos a quien lo acompañó en Vicepresidencia y allanarle el camino al 2018. Vender Ecopetrol para preparar candidatura de Mauricio Cárdenas. Usted hace cosas tan raras que a veces muchos creemos que las hace adrede. Quizás jamás le perdonará al Presidente Álvaro Uribe el haberlo puesto en el cargo que está. Quizás su propósito es hacerlo rabiar haciendo todo mal para que la gente diga: “Juan Manuel es bien diferente a Uribe. Juan Manuel hace las cosas a su manera”, así las haga mal.
No quiero pensar en el candidato que usted ponga en 2017. Ese pobre tendrá que defender lo indefendible. Recuerde que cuando salió Samper, el que aspiraba a seguir con lo mismo, perdió. Las encuestas dicen que usted es el mandatario más odiado por su pueblo, más que Dilma y Lula; más que a Maduro, más que lo que sienten los cubanos por la dictadura Castrista.
En época de reflexión y paz, con todo el amor le decimos con todos los ‘Santos’, podéis ir en paz, sería la única manera de ser recordado como un incapaz y no como un patán, y dice el refrán: “Más vale decir aquí corrió”.
Manuel Mateus López, Politólogo U. Rosario – Victory Awards 2015