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Por estos días el mundo está al revés y los enamorados enfrentan un desafío: estar a solas por un largo tiempo, sin escondite alguno y sin que las discusiones afloren

Por estos días el mundo está al revés y los enamorados enfrentan un desafío: estar a solas por un largo tiempo, sin escondite alguno y sin que las discusiones afloren.
En medio de una consulta una pareja me preguntaba: ¿Por qué nos la empezamos a llevar tan mal en la cuarentena, es que no entendemos que nos pasó? Les respondí, debemos ser conscientes que hay muy poca educación afectiva, no hay una cátedra que nos hable sobre ello, ojalá podamos actuar, pensar y sentir desde el amor en una situación difícil como la que estamos viviendo, entonces nos preguntaríamos, ¿qué es el amor?, es un sentimiento, una actitud, una toma de conciencia y una decisión que exige voluntad y compromiso para apostarle a la relación ante todo el amor es tratarse bien, con empatía y tolerancia, pero con el amor no basta.
Existen cuatro pilares elementales:
La expresión del afecto: Este establece la creatividad y la intimidad de la pareja, aceptar las diferencias, los hombres y las mujeres somos diferentes, algunas personas pueden ser muy históricas, recuerdan lo anterior constantemente, otros sencillamente lo dejan pasar como desapercibido.
Comunicación: En este pilar es importante recordar unos de los mitos del amor romántico, como, por ejemplo: “es mi media naranja”. Es importante recordar que somos dos sin dejar de ser uno, pensamos y actuamos de una manera diferente. Las actitudes que facilitan la comunicación hacen mucho por la relación, como escuchar y validar, no evadir el tema, no juzgar, preguntar y no suponer, no creer que siempre se tiene la razón, expresar con firmeza una opinión, establecer límites, esperar la réplica y aceptarla, aunque no se esté de acuerdo, reconocer que el otro tiene algo de razón y así se puede llegar a un acuerdo.
También es importante mencionar como comunicar los mensajes con respeto, describir el comportamiento que nos molesta, sin minimizarlo, sin subvalorarlo, descalificarlo, porque todo esto deteriora significativamente la relación, genera malestar emocional, daña la autoestima y puede generar enfermedades psicosomáticas.
Sexo: No es solo genitalizar el vínculo, es romper con la rutina y buscar espacios de placer, recordemos que la sexualidad debe ser consensuada, en donde el disfrute sea su mayor prevalencia.
Dinero: Aquí deben estar las reglas muy claras, puesto que el dinero tiene mucho de control, poder, independencia o dependencia, este es uno de los factores que desencadenan inicios de Violencia intrafamiliar y/o Violencia basada en género.
Ahora bien, esta coyuntura nos ha llevado a reinventarnos en muchos aspectos de nuestra vida, incluso en el amor, si bien es cierto desde el año 2000, según las estadísticas, las personas ya habían tenido una relación virtual o experimentaban el amor on-line, es decir, son fenómenos en el que llevamos años instalados, por supuesto con el tema del Covid-19 hemos aterrizado en él, aunque para muchos conlleva a un proceso de adaptación.
Antes de la cuarentena muchos ya tenían problemas para conocer personas, por eso se crearon las aplicaciones online: “La creación de una relación en estos momentos de aislamiento puede ser una forma de compartir soledades e intimidades de una forma más o menos anónima y con la cercanía y profundidad mutuamente acordada”, explica el psicólogo Raúl Padilla.
Esto nos lleva a hablar específicamente sobre las relaciones virtuales, es lo que muchos están experimentando actualmente, pues qué tal si estabas empezando a conocer a alguien, si lo conociste días antes del inicio de confinamiento o si por el contrario lo conociste a través de algún App de citas.
El noviazgo siempre va a experimentar una fase de idealización, sin embargo el mantener una relación on-line nos permite apreciar ciertos matices que en momentos presenciales lo dejamos pasar por alto, los estímulos visuales pasan a un segundo planos, centramos más la atención a estímulos diferentes, como por ejemplo; la voz, la creatividad, unas palabras bien elegidas, pues el cerebro suele ser uno de los órganos más sensitivos y esto genera una impresión bastante intensa, llevándonos a descubrir algunas facetas que en el face to face no experimentamos.
Lo que nos permite las relaciones virtuales, es acercarnos a las personas que realmente se parecen a nosotros, se elige por afinidad, no circunstancialmente, esto nos permite reinventarnos y replantearnos el tipo de relaciones que elegimos contantemente y que permitimos que hagan parte de nuestra vida.
*Psicóloga con énfasis clínico, Psicoterapeuta individual y grupal.
COLUMNISTA INVITADA : Wendy Serrano – Instagram: @wspsicologia