Que alguien por favor, nos saque este trompo en la uña: SIN RESPONSABLES POR NEGLIGENCIA, SOLO CONMEMORACIÓN DEL ATENTADO

Ayer hace justamente un año, día en el que explotó la bomba en la Escuela de Policía General Santander causando la muerte violenta de 22 Cadetes y por lo que todos quedamos estupefactos, dada la forma como el conductor de la camioneta que hicieron estallar penetró en esas instalaciones que supuestamente debieran contar con una protección y blindaje de máximas garantías que no eran ciertas pues a plena luz del día el vehículo repleto de explosivos ingresó y durante un buen tiempo avanzó por el interior de la institución y explotó muy cerca al sitio donde acababa de finalizar un acto de graduación en el que participaron infinidad de personas.

Sorprende, eso sí, que solo hasta un año después de este atentado perpetrado por el E.L.N, es cuando apenas la Procuraduría tímidamente anuncia que investigará a dos generales, para tratar de averiguar si hubo fallas en los protocolos de seguridad y vigilancia de ese establecimiento, indicando que solo hace tres meses les llegó el expediente enviado por la inspección general de la policía, y que, con las muy superficiales pruebas aportadas, esto no ha servido para saber si los generales implicados, en verdad, cumplieron o no su deber de establecer los protocolos de seguridad en la Escuela de Policía General Santander.

Como quien dice; la Procuraduría hará los análisis tendientes a esclarecer si hubo o no una falta disciplinaria.

Sin embargo lo preocupante es que sin tener el peso de los argumentos de responsabilidad de los altos oficiales procesados, el pronunciamiento de la Procuraduría, seguro que será igualmente “gaseoso”.

En estas circunstancias, el tipo de sanción a que serían sometidos los generales en el supuesto caso de ser hallados culpables, escasamente daría para una insignificante “amonestación”, pues la Procuraduría no tiene cómo demostrar si hubo “negligencia” por parte de esos “generales”, en el manejo de la seguridad de la Escuela de Policía General Santander.

Que alguien por favor, nos saque este trompo en la uña.